RETRATOS HABLADOS

   •    Morena, un escalón más para un suspirante


Con la certeza de que se quedarán por lo menos con las candidaturas de Morena a los ayuntamientos con mayor capacidad económica y una mayor población, el Grupo Universidad ha decidido hacer público que el eventual triunfo dependerá no de la popularidad del Presidente López Obrador, -que les permitió hacerse de diputaciones locales y federales sin trabajo alguno-, que aseguran va en caída libre, sino precisamente de la estructura de poder que ellos representan a nivel local y cada uno de sus suspirantes a la nominación.
    El distanciamiento con el Jefe de la Nación, que se ha encargado de socializar un día sí y otro también, producto de que se ha negado a descongelar la Cuenta Suiza con más de tres mil millones de pesos que a la fecha nadie sabe si son o no producto de la legalidad, ha derivado en una actitud cada vez más retadora en que a toda costa buscan dejar bien en claro que si ganan alguna de las muchas alcaldías que pretenden, será sí y solo sí merced al trabajo del grupo que según ellos, tanto ayudó a López Obrador, para que les pagara tan, pero tan mal.
    En un pase casi mágico para borrar la historia reciente, el Grupo Universidad busca a toda costa dejar bien en claro que si bien le deben al Presidente de la República haber permitido subiera a su ola de popularidad a los que llegaron al Congreso local para ahora pedir licencia, y a otros en el federal, la cuenta ha sido saldada totalmente y no le deben absolutamente nada, así que lo que venga será única y absoluta responsabilidad del citado enclave de poder universitario.
    Pocos se atreverían a realizar en plena plaza pública semejante desplante, con una investigación por multimillonario depósito en cuentas extranjeras que se trajeron de regreso al país, pero evidentemente no estamos ante un caso común y corriente de personaje obsesionado por el poder, sino de uno de los que gustan asumir riesgos temerarios, con la certeza de que siempre caerá parado.
    En eso hay que reconocerle que no ha perdido ese estilo de jugador empedernido que gusta de apostar el todo por el todo, aún con cartas que no le aseguran ninguna victoria, pero si suficientes para aplicar el manejo mental de la situación.
    De tal modo que en Morena-Hidalgo, si es que alguna vez ha existido este partido en términos reales, hoy mismo priva la zozobra absoluta y ya se ve que solo habrá espacio para que las estructuras más rancias del PRD que migraron al mismo, y siempre han gustado de arreglar todo con base al uso de la fuerza, se enfrentarán con los cuadros más rijosos del Grupo Universidad.
    Nada ha cambiado
    En medio quedan aquellos que están ciertos de que el proyecto presidencial, con todo y sus asegunes, es la única alternativa luego de sexenios en que se aplicó una depredación masiva de los recursos económicos de la población; y con todo que a veces el remedio parece peor que el mal, no darán un paso atrás en su apuesta que por convicción y asunto generacional es imposible de cambiar.
    Mientras tanto el Plan Integral de Asalto al Poder que durante años y años estructuró el Grupo Universidad, llega a una de sus etapas más cruciales tras calificar su llegada al Poder Legislativo local y nacional como un triunfo absoluto.
    Ahora toca de lleno buscar gobernar a más de la mitad de la población hidalguense, y nadie que esté en su sano juicio puede descartar esta posibilidad porque en política todo, absolutamente todo puede suceder.
    La operación bien puede observarse como la tenaza que podría cerrarse, para poner en marcha la Operación Final, en la que el líder del Grupo Universidad buscará ser investido como candidato de Morena, o incluso más partidos políticos, a la primera magistratura estatal.
    Al menos en el Plan de papel, así lo tienen contemplado.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
    

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