* AMLO, vienen los cambios
El país no reventó ni los del crimen organizado decidieron organizar desfiles militares en todo el país para presumir su armamento, como sucedió en Culiacán. Pese a todo, las fuerzas armadas mantienen su vocación de lealtad al Presidente de la República, y esa es una garantía fundamental de que podremos transitar mucho tiempo sin un eventual golpe de estado, tal cual manifestaron algunos desquiciados que pretenden plantear como única alternativa a lo que llaman un desastre absoluto.
Andrés Manuel López Obrador tendrá que realizar una evaluación rigurosa de su gabinete de seguridad, pero de ninguna manera estamos ante la opción de que México se caiga si no renuncia o es destituido. Los fanatismos que presentan algunos de sus seguidores, por supuesto que existen en el bando contrario, y resulta pérdida de tiempo dedicarles atención alguna.
Sin embargo tampoco puede caerse en la actitud de pensar que no pasó nada, que el tiempo se hará cargo de hacer pasar el trago amargo y borrón y cuenta nueva. No es así y no puede ser así.
Porque el crimen organizado sigue en el mismo lugar donde sucedieron los hechos, y la solución tendrá que enfrentarse con absoluta inteligencia y encargados de una trayectoria amplia que garanticen, por principio de cuentas, que darán la cara cuando se registren errores y fracasos.
Pero el país sigue en pie. Y es que se trata de una nación grande en todo el sentido de la palabra, que por lo mismo obliga al Presidente a reconsiderar muchas de las políticas que decidió aplicar en materia de seguridad y en su propio actuar. Sin duda habrá observado que no puede mantener la idea de que viajar en aviones comerciales lo hace pueblo, y usar un avión presidencial lo hace conservador o fifí. No, es una necesidad para que cumpla de mejor manera su misión, y seguramente nadie se lo echaría en cara, porque a todos tranquilizaría más un Jefe de Estado que de manera inmediata vuela al lugar del conflicto acompañado por todo su gabinete de seguridad y sesiona en pleno vuelo.
El Presidente debe ser el primero en llegar y el primero en ser enterado de cualquier hecho, pero siempre informado a detalle de la situación y con un titular de la política interior capaz de asumir responsabilidades y que incluso antes que él mismo, reciba los pormenores del asunto, clasifique y entregue lo fundamental a quien tomará la última decisión que es el Primer Mandatario del país.
Todos lo sabemos que el Secretario de Gobernación es el funcionario que nunca duerme, que sabe que su destino por seis años será vivir en el Palacio de Cobián y dedicar 24 horas o más a la tarea de ser el mejor informado de todo lo que acontece en el país para tener al tanto al Jefe de la Nación.
López Obrador tendrá que evaluar a cada uno de sus funcionarios, y decidir si regresar los poderes que tenía Gobernación, incluso reactivar lo que era el Cisen.
No hay de otra.
Pero evidentemente el país no se cae a pedazos, al menos no todavía.
Aún hay tiempo para que el camino se enderece, se tire lastre que solo impide caminar y se tenga un rumbo claro y definido.
Todavía hay tiempo.
Mil gracias, hasta mañana.
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@JavierEPeralta