* Cuentos Calderonianos
La familia Calderón está cierta que la memoria de los mexicanos es flaca, de plano inexistente. De otra forma no se entiende el autodestape de Margarita Zavala, esposa del ex presidente de México, para intentar llegar a la primera magistratura del país en el 2018. Aunque también el origen puede encontrarse en esa carencia absoluta de sensibilidad de la que hacen gala muchos políticos, para no entender siquiera lo que han hecho a su paso por el poder.
Felipe Calderón desató una guerra absurda contra el narcotráfico con el único afán de legitimar su mandato, obtenido a través de un fraude monumental. No era su afán llevar a la nación a un clima de paz y concordia, donde imperara la ley. Le urgía dar un golpe espectacular para ganar lo que no había ganado en la elección.
En algún momento de la historia tendrá que rendir cuentas por los miles y miles de asesinados y masacrados durante su mandato, con efectos nulos en la disminución del poderío del crimen organizado.
Sin embargo olvidan fácilmente, y están seguros además que encabezaron un gobierno limpio, honesto, con resultados únicos. Es decir que creen con absoluta certeza lo que la corte de aduladores les ha dicho y les vuelve a decir.
El video en que Margarita Zavala da a conocer su intención de contender por la presidencia de la República, puede ser bien visto sin duda alguna porque es la posibilidad de que una mujer aspire a ese cargo, pero no así cuando sabemos el nefasto capítulo que escenificó al lado de su esposo en el sexenio que éste fue jefe de la Nación.
Los políticos en términos generales no ven, no oyen, no nada. Gustan de encerrarse en una burbuja donde no hay cabida para el razonamiento simple, la autocrítica, la honestidad intelectual que por muchas razones los llevaría a dar por cancelada su aventura en otro asunto político.
Si Margarita Zavala está cierta que el sexenio de su esposo, el ex presidente Calderón fue pleno en logros, puede ser justificado por el cariño familiar y lo que usted mande, pero en definitiva de eso no tiene culpa alguna la ciudadanía mexicana.
Sin embargo la política, contraria a lo que dice Kapuscinski del periodismo, resulta que sí es para cínicos, y entre más lo sean mejor.
Y también, un mucho de lo que hoy observamos en el circo de tres pistas, es provocado por la desmemoria, la incapacidad de aprender algo de la historia reciente.
No dude usted que de convenir a los intereses de las grandes televisoras la eventual candidatura de Zavala, se darán a la tarea de construirle una historia que a la fecha no tiene, como no sea la de haber acompañado a uno de los presidentes con más negro historial en la memoria de la nación.
En algo ha cimentado Calderón su aparente tranquilidad luego de dejar la jefatura del país. En algo que los más de cien mil difuntos que su guerra absurda dejó a igual número de familias mexicanas, hoy mismo culpan a otro de lo que sucedió en su mandato.
La invención de los odios tiene campo fructífero en el país. De eso no hay duda. Nos gustan los villanos, nos encantan.
En tanto ya hay precandidata presidencial, y tal vez con la idea de que pude coronar lo que creen ha sido el mejor sexenio del mejor presidente que haya tenido México. Y contrario a la lógica, están ciertos que así fue.
Mil gracias, hasta mañana.
twitter: @JavierEPeralta
