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RETRATOS HABLADOS  

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AMLO: hay que esperar

¿Hay riesgos en el camino que se ha tomado? Por supuesto, porque la tentación de eternizarse en el poder surge precisamente con quien lo ostenta

 

              Es evidente que vivimos tiempos inéditos en el ejercicio de la política. La investidura presidencial, el poder que emanaba de quien lo encarnaba, empezó a erosionarse desde el mandato del mal recordado Vicente Fox, hasta convertirse en una figura decorativa con Enrique Peña Nieto, simple instrumento del poder económico que siempre ha estado en manos de unos cuantos.

            Con Andrés Manuel López Obrador, el primer Presidente de la República de oposición, toda vez que los panistas en ningún momento lo fueron, parece que una de las tareas fundamentales es que se reinstale en el hombre que gobernará el país por los cinco años y medio siguientes, si nos atenemos a lo que mandata la Constitución, la figura del que finalmente decide todo, con la trascendencia histórica si las cosas salen bien, o la condena absoluta si resulta lo contrario.

            Un Jefe de la Nación de medias tintas simplemente ya no funcionaba, tampoco el dicharachero e irresponsable como fue el Hombre de las Botas, y mucho menos el que simplemente se conformaba con ser el que ejecutaba lo que otros ordenaban.

            ¿Hay riesgos en el camino que se ha tomado? Por supuesto, porque la tentación de eternizarse en el poder surge precisamente con quien lo ostenta, lo aplica, lo hace suyo.

            ¿Hay aspectos positivos? También, porque el momento crítico que vive el país necesitaba de un Presidente en ese tenor. Otro simplemente ya no funcionaba.

            De tal modo que es una apuesta que el votante decidió para ganar todo… o perder todo.

            Y es precisamente en este aspecto donde la edad de López Obrador puede jugar a su favor. No es un anciano pero tampoco un joven. Es decir que ha vivido, conoce a fondo los efectos que la droga del poder causa en personajes que trató de primera mano. Ha padecido en carne propia lo que mandatarios inexpertos ordenaron contra movimientos disidentes. La edad juega un punto a su favor.

            Algunos afirmarán que se corre el riesgo de regresar a las épocas de autoritarismo del priísmo, que su afán es por revivir esos tiempos. Pero no es así, hay una gran diferencia cuando quien llega al cargo de máxima responsabilidad en el país emerge de un movimiento que se pronunció permanentemente contra esos abusos.

            Deberá AMLO consultar a su memoria para no errar el camino de manera definitiva.

            ¿Hay errores? Por supuesto, pero sinceramente no creo de la magnitud que se intentan presentar a través de verdaderas campañas en medios masivos, sin que con esto demos a entender que todos están confabulados en su contra. No, generalizar siempre será un lamentable error.

            Tendrá que echar mano de su experiencia, su memoria histórica, para no empezar a ver enemigos donde no los hay. Tendrá que atender a su propia conciencia de luchador social, y así evitar el desgaste que provoca la sobre exposición a la que hoy es tan asiduo.

            Sin embargo, en términos generales, es necesario apuntar que lo que hoy algunos observan como terribles yerros en la construcción de su gobierno, como es la atención a los grupos poblacionales que de antemano estaban condenados a la miseria y un destino de sobrevivencia, podría convertirse en un acto de elemental justicia para los que simplemente habían aceptado la condena de pagar un infierno en vida.

            Hay que esperar. Hay que guardar la paciencia necesaria, con todo y que los cientos de despedidos y que hoy no tienen empleo, habrán manifestado su arrepentimiento al votar por AMLO.

            Hay que esperar todavía que lo mejor puede estar a la vuelta de la esquina.

            Así lo deseamos.

 

Mil gracias, hasta mañana.

 

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta