RETRATOS HABLADOS

* Un año, el camino apenas empieza

Los mismos que en la capital del Estado celebraron cuando “el triunfo” de Felipe Calderón con el grito, “¡ya lo ven, pinches indios, ganamos como siempre!”, seguramente el día de hoy lo harán de nueva cuenta, aunque eso sí absteniéndose de manifestar públicamente su gozo por lo que, según ellos, ya es un fracaso el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
    Hace un año de la victoria del entonces candidato, hoy Jefe de la Nación. Hace un año que de manera fundamental, más allá de los magros resultados de su gestión que apenas empieza, la ciudadanía, esa que conforma la mayoría del país, descubrió que después de todo la voluntad sí recae en el pueblo.
    Y por eso decidió llevar al cargo de poder más importante de México a López Obrador, porque consideró que era el momento justo para hacer una apuesta definitiva y total al cambio real, la apuesta final, bajo el entendido de que era imposible estar peor que como estábamos.
    Hoy mismo los que en sus autos de buena marca salieron a manifestar su jolgorio porque el panista Calderón había ganado a “la chusma” de los jodidos, se dirán unos a otros: “a ver ahora qué dicen con Su Presidente, con el desastre que ha logrado hacer en tan pocos meses”.
    Para unos, los que así les conviene a sus intereses y lugar en la escala social, el sexenio ya terminó y fracasó estrepitosamente.
    Para otros, los que se mantienen sin margen a duda alguna en torno a AMLO, los que lo critican ya son sus enemigos mortales y por lo tanto blanco de una guerra que solo esperan alguien la empiece para enrolarse.
    Sin embargo hay un una franja de población conformada por mexicanos que no ven ni lo uno, ni lo otro. Que simplemente están seguros que un cambio verdadero necesita, primero más tiempo, y también corregir los graves errores que sí se han cometido, producto de la inexperiencia en el manejo del poder y también, por qué no, de la necedad para reconocer yerros y realizar los cambios necesarios.
    Sin embargo la esperanza encendida el 1 de julio de hace un año se mantiene, porque es necesaria para la mayoría de los que habitamos el país, de los que estuvimos seguros en algún momento que nunca veríamos en vida cuando menos la luz de una nueva realidad.
    Como nunca es necesario que en este año que se conmemora el triunfo electoral del Presidente de la República, -y quien quiera celebrarlo que lo haga, y quien no, pues no-, se impulse el camino necesario hacia la reconciliación. No al olvido de todo lo acontecido en gobiernos anteriores, que finalmente desembocó en la crisis que ahora se ha agudizado, sino el de los ciudadanos, los que votaron a favor de López Obrador, y los que lo hicieron en contra. Los que prestos están a invocar la venganza en contra del otro porque le hacen señalamientos al trompicado ejercicio del poder de su líder. Los que gozan con singular alegría las equivocaciones del nuevo gobierno, y a toda costa buscan restregárselo en la cara a los que votaron por él para que aprendan, según ellos.
    También tiempo de estar atentos al manejo faccioso en ambos bandos de los medios de información. Tiempo de que resurja una prensa reflexiva y quede atrás la militante que tanto daño hace a la hora de querer entender la realidad del país.
    Es decir, observar con sigilo y sincera desconfianza las campañas abrumadoras que en la televisión comercial, radio, inernet y todo lo que se le ocurra, dan por hecho que el sexenio de López Obrador ya fracasó, y que sano sería que lo renunciaran.
    Lo mismo con quienes descalifican sin por lo menos saludar al que intenta cuestionar con inteligencia.
    Tiempo, a un año de la victoria de AMLO, en que por sobre todas las cosas debe haber espacio para la reconciliación, para mirar con sincera esperanza que pase la curva de aprendizaje, y se arribe al terreno de la humildad bien entendida, en que lo que ha fallado se corrija, los que como funcionarios no han dado una, se vayan, y prive la voluntad de aceptar que la cruda realidad es eso: una cruda realidad que se puede cambiar si se le reconoce.

Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

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