* No hay dinero, no hay magia
La esperanza que por un momento representaron las victorias de candidatos independientes en el país durante las pasadas elecciones, o bien el repunte de una en el estado de Hidalgo, podría a desembocar en una terrible desilusión cuando empiezan a conocerse los apoyos económicos, dinero pues para ser claros, que recibieron a lo largo de sus campañas.
El caso de Jaime Rodríguez “El Bronco” en Nuevo León, quien tendrá que saldar cuentas con las familias más ricas de ese estado, en las que se incluyen a los propietarios de una cadena de periódicos, es un primer asomo a lo es en términos reales la supuesta independencia de los que en apariencia sólo dependían de la voluntad ciudadana.
Por el contrario, al menos en nuestro país la aparición de estas nuevas figuras electorales, no hará sino abrir la puerta a intereses de todo tipo y, lo más preocupante, a la posibilidad de que dinero del crimen organizado empiece a figurar como palanca que sostiene toda esta fantasía.
Porque seamos honestos, en ningún sistema político es posible competir y ganar a los gigantescos aparatos que son los partidos políticos, si no se cuenta con un soporte de similar magnitud.
Aparecen en el escenario los poderes alternos, desde luego embozados en un supuesto anonimato, para impulsar candidatos que respondan a sus muy particulares intereses, hartos de poner recursos y no poder manejar a su antojo al que consideran sus pupilos.
“No hay dinero, no hay magia”, aseguraba el brujo a los enemigos de “Tizoc”.
Y lo mismo sucede en el asunto de la política electoral.
Sin recursos económicos se lleva directamente al que se presenta como “independiente entre los independientes”, a buscar cobijo en los que sí lo tienen, si es que de plano no fueron impulsado desde el principio luego de acuerdos bajo el agua.
Aunque lo cierto es que la espectacular aparición de este tipo de candidaturas, responde también a un hartazgo de la ciudadanía respecto a los partidos tradicionales, los que sin embargo lograron sendos triunfos por un principio básicos que tiene que ver con el sentido común del votante.
Sentido común para no apostar, al menos por el momento, a una nueva aventura fallida como fue con Acción Nacional, pero si cuando menos indagar lo que pudiera pasar con los independientes.
El caso de “El Bronco” y los compromisos que se asegura tiene con la crema y nata de la economía de Nuevo León deberá observarse en el desarrollo de su gobierno.
En Hidalgo el experimento que decidió realizar un grupo de poder con el candidato por Pachuca pareciera exitoso, al colocarse en un segundo lugar por encima de institutos políticos de rancio abolengo.
Pero, por desgracia, pareciera que todo lleva a un origen común: la intromisión de personajes con grandes recursos económicos, que buscan a toda costa hacerse del poder político, luego de que ya tienen el de los dineros.
En tanto la ciudadanía es lo que menos importa, aunque en el discurso es la que se cita cientos de veces por hora de discurso.
La realidad.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
twitter: @JavierEPeralta