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RETRATOS HABLADOS  

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Con la evidente intención que buscar a toda costa colocar al gobernador del Estado, Omar Fayad Meneses, como un rijoso enemigo de la “Cuarta Transformación”, no sin antes anotar en su boletín de prensa que pese a todo “mantienen la mano extendida” pese a las intromisiones del mandatario hidalguense en los quehaceres de su legislatura, el Presidente de la Junta de Gobierno, Ricardo Baptista González, parece haber recibido la orden de volver a crispar el ambiente político entre los poderes Legislativo y Ejecutivo.

            Con todo y que la realidad hace evidente una relación positiva y de colaboración entre Fayad Meneses y el Presidente López Obrador, esto parece no convencer al Grupo Universidad, quien controla a trasmano el Congreso estatal, con legisladores y legisladoras que son leales y disciplinados a quien consideran su máxima autoridad: el Presidente del Patronato Universitario.

            Hábil administrador de un pasado de lucha que empieza a despertar dudas sobre su veracidad, Baptista González no podrá de ahora en adelante conservar la imagen de un político de nivel con posiciones y decisiones independientes, porque el juego que intentó jugar de las dos caras era evidente que acabaría por desbaratarse y para esto momentos, es lo que ha ocurrido.

            De nada le sirve esa actitud a un patrón que tiene, y que ha girado la orden de buscar a toda costa colocar al mandatario hidalguense como acérrimo enemigo de AMLO, para lo cual le instruyó para usar todas las estrategias que sean necesarias.

Luego que la justicia de la Cuarta Transformación lo acorraló, el único y real Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso local, que no es diputado ni despacha en esas oficinas, ha decidido que el enemigo vuelve a ser Fayad Meneses después que el desbloqueo parcial de cuentas bancarias ligadas a la UAEH se empieza a hacer efectivo, aunque evidentemente la Cuenta Suiza seguirá en la congeladora.

De la noche a la mañana López Obrador dejó de ser el personaje a ser atacado por toda la infraestructura que posee el líder del Grupo Universidad, una vez que la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda anunció el desbloqueo de 144 de 224 cuentas, y dirigió sus baterías en contra de Omar Fayad Meneses a través de sus diputados, incluido por supuesto Baptista González.

Lo que viene se antoja un nuevo capítulo en esta historia, que arrancó cuando los mismos legisladores impuestos por el Presidente del Patronato Universitario corrieron a la Ciudad de México para exigir la inmediata desaparición de poderes en la entidad, luego que así se los ordenara su Santo Patrono.

Solo falta que la famosa Cuenta Suiza sea regresada no a la UAEH, sino al grupo político que la controla desde hace casi 40 años, para que seamos testigos de un momento de absoluta crispación, en el que tal vez Sosa Castelán insista en que SU Congreso busque a toda costa que el sexenio de Fayad Meneses termine antes

de tiempo, y colocar como interino a uno de tantos de sus súbditos, para ejercer el poder a través de ese personaje y luego asumirlo en una historia en que se ve como candidato y luego ganador de la gubernatura.

Y en todo lo anterior, sin duda alguna, juega un papel fundamental el Presidente de la Junta de Gobierno, Ricardo Baptista, quien sin embargo ya no podrá jugar el juego de las “dos caras”, porque la orden recibida así se lo instruye.

Lo que pase con la “Cuenta Suiza” determinará al final del día el futuro político de Hidalgo. Asumir que el desbloqueo de no todas las 224 cuentas es el visto bueno del gobierno de AMLO a todo lo que ha hecho el Grupo Universidad, se antoja precipitado y bastante absurdo para un político de larga experiencia como Sosa Castelán, aunque a estas alturas todo puede suceder.

 

Mil gracias, hasta el próximo lunes.

 

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta