* Las enseñanzas de la elección
Serán muchas las lecciones que cada uno de los partidos políticos deberán tener de las elecciones celebradas el día de ayer en todo el país. En el caso específico de nuestra entidad, Hidalgo, deberán observarse con tiento para no echar las campanas a vuelo por el virtual triunfo del Revolucionario Institucional en los siete distritos electorales.
Y las razones son múltiples si se toma en cuenta que estos comicios fueron un laboratorio importante para analizar lo que habrá de pasar el próximo año, cuando la ciudadanía salga a elegir gobernador, diputados locales y presidentes municipales en tierras hidalguenses.
En el plano nacional el triunfo del candidato independiente en el estado de Nuevo León, y una tupida votación de su similar en el distrito seis de Pachuca, es por un lado el hartazgo de la ciudadanía hacia el tradicional sistema de partidos, pero también la intromisión abierta y sin rubor de personajes con gran capital económico, bien o mal habido, para impulsar a sus propios abanderados.
Es decir que al menos en esta ocasión, los “independientes” tienen poco de tal atributo, y sí en cambio una dependencia absoluta del capital económico que logró financiarlos, además de los mecanismos de presión para que votaran por ellos.
El uso y abuso de la estructura que representa la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo para apuntalar la candidatura del académico Antonio Mota con resultados que se antojan hasta espectaculares, deberá merecer una investigación seria en torno al activismo de los poderes reales en la institución educativa en el ámbito político.
No son pocas las denuncias en torno al trabajo que se vieron forzados a realizar alumnos, maestros, investigadores y personal administrativo en este primer experimento de lo que pudiera venir en el 2016 con un candidato “independiente” al gobierno de Hidalgo.
Si el Revolucionario Institucional decide no evaluar esta situación y poner una atención real, podría enfrentar un evento como el de Nuevo León, donde un personaje popular pero lejos de ser verdaderamente ajeno a poderes que no sean ciudadanos, logró una victoria largamente anunciada.
Es decir que la elección de ayer, con todo y la eventual victoria en los siete distritos del tricolor y el verde, no puede traducirse en una garantía absoluta para el partido en el poder. Resulta sí, una carta vital para quien es el primer priísta que es el gobernador Francisco Olvera, porque ganar de todas todas, es por muchas razones un valor real en el proceso de su propia sucesión.
Sin embargo, al menos para el PRI, no observar el fenómeno del crecimiento de nuevos focos de presión que día con día radicalizará su posición, pudieran llevarlo a escenarios difíciles.
En el otro lado del panorama se observa el abstencionismo que incluso ya se maneja como algo tradicional en comicios intermedios, con todo y que los diputados federales son los que votan las reformas que más inciden en la vida cotidiana del ciudadano.
Pareciera que el votante no asimila que lo que haga o deje de hacer su legislador en el Congreso de la Unión, tarde o temprano lo resentirá para bien o para mal, aunque regularmente ese en el segundo aspecto.
También el caso Huejutla, donde Encuentro Social se transformó en el más fiero competido del tricolor por decisión de los propios seudopriístas de la región, encabezados por las familias Fayad y Badillo, amerita un análisis serio.
Hasta el momento de escribir este texto las tendencias del PREP favorecían al Revolucionario Institucional en seis de los siete distritos electorales, con variantes cada minuto en Huejutla donde sin embargo se anticipaba la victoria cerrada de Carolina Viggiano Austria.
Mucho deberá analizarse de lo que suceda en los próximos meses. Quien se niegue a hacerlo tentaría al destino, y vaya que lo saben.
Mil gracias, hasta mañana.
twitter: @JavierEPeralta