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RETRATOS HABLADOS

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* Con Charrez, empieza la purga

El inminente desafuero del legislador federal de Morena-Hidalgo, Cipriano Charrez, luego que la Sección Instructora de la Cámara de Diputados votó por unanimidad esa determinación que solo espera ser confirmada por el pleno de San Lázaro, y de este modo las autoridades judiciales puedan ejercer acción penal en su contra, representa un primer paso en el deslinde que el partido del Presidente López Obrador, hace con personajes de negro historial que hoy mismo le representan un lastre innecesario.
    El ex alcalde de Ixmiquilpan, como seguramente usted lo sabe, no ha podido ser detenido al gozar de fuero constitucional, como probable responsable de la muerte de un joven en Ixmiquilpan en octubre del año pasado, al impactar su camioneta contra el vehículo en que se encontraba la víctima, quien falleció calcinado, en tanto el legislador federal huyó del lugar de los hechos, después que su chofer lo sacó de la cabina del conductor de acuerdo a videos difundidos.
    De confirmar el pleno de San Lázaro el desafuero, Charrez tendría que enfrentar a la justicia hidalguense, que presentó todas las pruebas del incidente para exigir su desafuero, y así proceder a su detención por el delito de homicidio, que puede ser imprudencial, o culposo, si se logra probar que conducía la camioneta y se encontraba bajo los influjos del alcohol.
    Será necesario esperar, pero el panorama cada vez es más negro para quien había anticipado cuando llegó al Congreso federal, que era un hecho sería candidato al gobierno del Estado, posibilidad que simplemente desapareció, y ahora corre el riesgo de purgar una condena en la cárcel.
    Se trata del primer personaje implicado en un delito, del que ha decidido deslindarse el Jefe de la Nación, por la simple y sencilla razón de que no tiene por qué cargar con el mal proceder de quienes supuestamente lo habrían apoyado en su campaña presidencial.
    Otro personaje hidalguense que también espera la resolución de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, que en principio lo acusó de probable lavado de dinero, al congelar las cuentas que maneja de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, con más de tres mil millones de pesos, es el Presidente del Patronato Universitario, Gerardo Sosa Castelán.
    El caso Charrez puede ser un indicio para observar el probable desenlace que tendrá el caso UAEH-Sosa, porque en definitiva AMLO no está como para echarse encima problemáticas como la anotada, y mucho menos cuando la tesis fundamental de su gobierno es el combate a la corrupción.
    Es muy probable que, producto de esta tendencia cada vez más en su contra, Sosa Castelán haya empezado a ver la posibilidad de poner en marcha estrategias  en que se saque a los alumnos y maestros de las escuelas de la universidad, para protestar porque supuestamente el gobierno federal no ha entregado becas a los estudiantes. Existe la versión de que la manifestación se llevará a cabo el día de hoy.
    En síntesis, lo real es que el Presidente López Obrador no está dispuesto a solapar acciones delincuenciales de ninguno de los personajes que intenten cambalachearlas por el supuesto apoyo que le dieron en campaña, y lejos de ello ha sido el primero en dejarles muy en claro que no meterá un dedo para librarlos de la justicia si resultan responsables.
    López Obrador ha querido ser chantajeado no solo por agrupaciones supuestamente representantes de todos los pobres del país, sino también por sus propios representantes populares; así como otros personajes que no se dan por satisfechos con haber recibido diputaciones locales para colocar a incondicionales, como es el caso de nuestra entidad.
    Con Charrez empieza la purga.

Mil gracias, hasta mañana.

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@JavierEPeralta