* Los peones son peones siempre
La actitud de los nueve diputados locales de Morena y el Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso de Hidalgo, estrechamente ligados al Grupo Universidad, y peones del Presidente del Patronato Universitario, Gerardo Sosa Castelán, difícilmente cambiará pese al llamado a la paz y al entendimiento hecho por el gobernador, Omar Fayad Meneses.
Y digo que difícilmente modificarán su actitud por una simple y sencilla razón: no son representantes de un partido político, vaya pues ni siquiera de un grupo, sino de una sola persona, que hoy ve en la posesión de la Universidad Autónoma de la entidad y del Poder Legislativo, las únicas trincheras donde puede guarecerse en tanto pasa la tormenta proveniente de la Secretaría de Hacienda.
Mantendrá su actitud beligerante con modificaciones a gusto del personaje citado al presupuesto del gobierno estatal, trabas y trampas a cualquier iniciativa del Poder Ejecutivo, y a cambio puerta abierta a las que el líder del Grupo Universidad, mande a través de sus legisladores, que para eso los llevó a ese cargo.
Muy diferente es cuando los representantes populares son en términos reales eso: representantes populares, a través de un partido político, porque los intereses que defienden no son los de un particular, sino de una parte ampliad e la sociedad. Y cuando es así, la mesura y la inteligencia guían sus rumbos, no la rabia y furia de quien los maneja a su antojo.
Hoy mismo seguramente, el hombre que espera con ansias que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda dé a conocer el resultado de su investigación, habrá girado instrucciones para que a través del medio de su propiedad, lancen una andanada de señalamientos por el llamado del mandatario hidalguense al entendimiento con los diputados y diputadas directamente colocados en el cargo por el Grupo Universidad.
Afirmarán que él, y solo él, es el culpable de la situación, que sus legisladores siempre han actuado de manera vertical y sin órdenes de ningún tipo, que han sido presa del acoso mediático que ellos por supuesto no practican. En fin, la misma historia de siempre.
El hecho fundamental es que en Hidalgo, Morena no está representado en la Cámara de Diputados por militantes constantes y sonantes, sino por personeros del Presidente del Patronato, dispuestos a lo que sea con tal de defender a quien les dio vida política. Es una realidad, a lo mejor justificada para algunos que nunca habían tenido oportunidad alguna en el asunto electoral, pese a una trayectoria intensa en la materia.
Pero bajo esa perspectiva no habrá arreglo, no dirán que están dispuestos a dialogar, y por principio de cuentas negarán una y mil veces que son peones del Grupo Universidad, aunque los hechos demuestren lo contrario.
La situación tampoco cambiará porque el padre espiritual del Presidente de la Junta de Gobierno y de sus nueve diputados, aún está en la tabla floja, porque los dineros congelados siguen congelados, y la investigación se mantiene en el mismo tenor.
Bajo esas circunstancias, y en una estrategia hasta lógica, tendrá que apretar aún más el control en sus terrenos que domina, como son la UAEH y el Congreso.
Debe tener de dónde agarrarse si la desgracia le cae encima.
Y está claro que sus incondicionales no cambiarán de parecer, porque hasta eso le son leales por miedo, agradecimiento o conveniencia. De tal modo que es muy posible que radicalicen su postura.
Sin embargo, y con todo, es importante que empiece a manejarse el discurso de una eventual reconciliación, o más que reconciliación, simple ilusión de que exista la posibilidad de que trabajen por un momento con miras a responder a miles de hidalguenses, y no a una sola persona.
Es un sueño, pero a veces los sueños se cumplen.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
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@JavierEPeralta