* Congreso, un camino sin retorno
El problema fundamental que enfrenta Morena en Hidalgo, no es que busquen “mayoritear” a sus contrincantes, como es una costumbre en el ejercicio del poder; tampoco que ase hayan convertido en lo que tanto criticaban cuando eran oposición en el Congreso del Estado. No, porque es una actitud consustancial a quien de pronto se ve con una mayoría que le permite imponer sus propios proyectos. No, ese no es el problema.
La gran complicación es que la tarea que se han echado encima no es el proyecto de nación del Presidente con el que aparentemente comparten militancia política, sino el de un personaje que ni siquiera milita en Morena, al que rinden tributo por los favores recibidos ya sin el menor rubor.
Pocas veces una legislatura logró hacer tanto en tan poco tiempo para perder credibilidad, fruto de una coyuntura que los llevó a poner a disposición de su Jefe Político uno de los tres poderes que hay en Hidalgo, incluso como simple tramoya, donde pasaron a ser elementos decorativos de un escenario creado para buscar a toda costa que el gran invitado saliera del trance complicado que vive.
Ningún diputado de oposición en su sano juicio habría aceptado ser parte del tinglado al que fueron invitados para dar la idea de que, en este caso, Gerardo Sosa Castelán logró convencer a “tirios y troyanos” con argumentos imposibles de rebatir, y por supuesto una mayoría dispuesta a mayoritear para que no le hicieran preguntas incómodas.
Servir de comparsa en un evento que poco o nada tiene de relación con el asunto político, y sí en cambio la defensa a ultranza de un hombre poderoso que ha logrado apoderarse del destino del Poder Legislativo para proteger sus intereses, hubiera sido indignante para cualquier diputado y diputada que se precie ser de oposición en estos tiempos.
Vaya pues, no estamos ante una actitud asumida para dar apoyo al Proyecto de Nación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, sino del Presidente de un Patronato al que versiones constantes atribuyen el origen de sus curules.
Hoy la situación crítica que vive un particular vuelve a poner en peligro el entendimiento entre los integrantes de 64 legislatura del Estado de Hidalgo, al grado de enfrentarlos y propiciar reacciones de revancha por parte de quienes son calificados como patiños del dirigente del Grupo Universidad, al grado de “advertir” que tendrán en la mira todo proyecto presupuestal del gobierno estatal, para “redirigirlo” o reducirlo en su caso.
En este escenario, el Presidente de la Junta de Gobierno, Ricardo Baptista, quien no pierde oportunidad para negar lo innegable (“no soy empleado de Gerardo Sosa”), ha desempeñado un papel fundamental, por jugar el juego de las dos caras, que en un primer momento le rindió fruto y permitió destrabar las complicaciones de origen en la legislatura que preside, pero para estos momentos es su principal lastre que podría hundirlo en cualquier momento.
Presentarse como un pensador “independiente”, suele rendir ganancias cuando existe un pasado que da sustento a esa aseveración, porque está claro que Ricardo Baptista sí tuvo un trayecto en esa tesitura que le valió el reconocimiento de los movimientos de izquierda. Sin embargo cuando se intenta vivir de tiempos idos, y con ellos justificar el patético papel que desempeñan en el presente, el resultado final es lamentable, porque toda una vida dedicada en buena parte al buen ejercicio de la política cuestionadora y analítica, se va a la basura en un abrir y cerrar de ojos.
La lección fundamental es que usar el Poder Legislativo para intentar arropar y proteger a una persona en lo particular, o bien llevar a cabo vendettas ordenadas por el mismo, es denigrarlo, llevarlo a su más ínfima situación. Una cosa es pelear por un proyecto de nación, de partido, otra por un personaje al que consideran su bienhechor y benefactor, sin el que simplemente son nada.
Eso es lamentable.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
CITA:
Pocas veces una legislatura logró hacer tanto en tan poco tiempo para perder credibilidad, fruto de una coyuntura que los llevó a poner a disposición de su Jefe Político uno de los tres poderes que hay en Hidalgo, incluso como simple tramoya, donde pasaron a ser elementos decorativos de un escenario creado para buscar a toda costa que el gran invitado saliera del trance complicado que vive.