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RETRATOS HABLADOS

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   •    La UAEH es una institución, no una

persona o un grupo de poder político

El arrebatado intento del Presidente del Patronato Universitario y líder del Grupo Universidad, Gerardo Sosa Castelán, por salir de los cuestionamientos hechos por el Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la Secretaría de Hacienda, en una “conferencia de prensa” organizada por sus incondicionales diputados federales en la sede del Congreso de la Unión, resultó eso: un arrebatado intento que se quedó en intento.
    Porque la audacia e incluso actitud retadora con que siempre se había conducido para encarar todo tipo de conflictos, al menos en esta ocasión no le funcionaron, y por el contrario generaron una ola de dudas sobre lo que el ex rector planteó como un simple traslado de dineros “sí, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo”, a la banca de segundo piso, es decir la que se encuentra en el extranjero, específicamente en Suiza, para buscar mejores rendimientos al dinero de los trabajadores académicos y administrativos de la institución, con miras a su jubilación.
    El problema surgió cuando Hacienda, la UIF, detectó “por solicitud de una agencia internacional”, que esos dineros, ¡más de tres mil millones de pesos!, eran regresados a una cuenta del banco chino HSBC en México, según Sosa Castelán, porque era una oportunidad de obtener mejores rendimientos.
    Y ahí es donde surgen un cúmulo de dudas acerca de esos recursos económicos, de acuerdo al ex dirigente tricolor en Hidalgo, son fruto de los descuentos que se han hecho durante 20 años a todo el personal universitario. Y ahí también la obligación de la UIF de llevar hasta sus últimas consecuencias lo que anunció de arranque como un evidente lavado de dinero.
    Lo contrario, que de pronto todo se quede en una acusación mediática, y el silencio sepulcral sea el único seguimiento que se dé al caso, traerá dos efectos inmediatos: primero, que una vez más el Presidente del Patronato Universitario gane un asunto que de arranque parecía perdido para él, pero además que se le considere por el propio gobierno federal como un personaje de plano invencible, al que solo cosquillas y risa le provocan las amenazas de Hacienda.
    Y segundo: que ahora sí se perfile de manera abierta como un serio aspirante a la gubernatura del Estado de Hidalgo, no sin agotar antes la imagen de un “perseguido del poder”, por ser el “más fiel y puro representante de los oprimidos”. Para que se entienda claramente, confirmar aquel dicho de que, “golpe que no mata… fortalece”, y faltaría agregar: “lleva al mismísimo altar de los héroes al que sobrevive”.
    Sin embargo, antes de que este escenario ficticio se haga realidad, Sosa Castelán tendrá que explicar y comprobar los supuestos descuentos que, dijo, se hacían y hacen a los empleados de la UAEH, además del consentimiento de los mismos para que sus dineros fueran llevados fuera del país para ser invertidos en fondos diversos, y por supuesto también de los estados de cuenta que por obligación debían hacer llegar a los “miles de inversionistas en la banca suiza”.
    A la par tendrá que abrir los estados financieros de todas y cada una de las Empresas Universitarias que maneja el Patronato, entre ellas un periódico, con todos los detalles de los recursos que canaliza a las mismas, la procedencia de los mismos, las ganancias que se obtienen… en fin, todo lo que hasta antes de este asunto parecía que siempre sería Secreto de Estado.
    Porque al final de cuentas es importante anotar que el dinero que maneja el organismo que preside Gerardo Sosa es público, es decir de todos los ciudadanos a través de sus impuestos.
    Y ojo: si la UIF de Hacienda no hace esta misma semana el movimiento necesario para pedir cuentas a la UAEH, específicamente al Presidente de su Patronato Universitario, todo podría quedar en el limbo o en un simple escándalo, con todo y los datos ahora del dominio público acerca del emporio comercial creado y manejado sin rendir cuentas a nadie en la institución educativa.
    En tanto es importante destacar que la Universidad son todos sus alumnos, maestros, investigadores, trabajadores administrativos y de toda índole. La UAEH no es una persona, un Patronato, un rector. La UAEH trasciende a los mismos personajes de poder que ha creado, pero que como todo humano son prescindibles. La UAEH sobrevivirá pese a quienes hoy mismo intentan erigirse en factor vital para que siga viva, y argumenta que sin ellos caerá al precipicio.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    Y ojo: si la UIF de Hacienda no hace esta misma semana el movimiento necesario para pedir cuentas a la UAEH, específicamente al Presidente de su Patronato Universitario, todo podría quedar en el limbo o en un simple escándalo, con todo y los datos ahora del dominio público acerca del emporio comercial creado y manejado sin rendir cuentas a nadie en la institución educativa.