Home Nuestra Palabra Javier Peralta RETRATOS HABLADOS

RETRATOS HABLADOS

0

    •    Hacia una reingeniería en la Procuraduría de Justicia


Llevar a cabo una reingeniería dentro de la Procuraduría General de Justicia del Estado, luego de la evaluación a que es sometida por dos fundaciones civiles, para así dar paso a una “Política Criminal” que permita contar con todos los protocolos para un mejor desempeño, es tarea fundamental en la dependencia a cargo de Raúl Arroyo.
    Se trata de un plan integral que arrancará en el 2020, al concluir totalmente el trabajo de análisis que realizan organismos especializados en la materia y con una seriedad a toda prueba, dentro de un objetivo central: recuperar la confianza de la ciudadanía.
    Por muchas razones se antoja que este anuncio hecho por el Procurador de Justicia, implica por vez primera, un avance sustancial para la solución de diversos problemas que derivaron en la incredulidad y desconfianza de los hidalguenses. Avance sustancial porque parte de reconocer una situación complicada por parte de quien toda su vida se ha dedicado al asunto jurídico, como académico y profesional en la materia, y también porque se da en un momento histórico del país y la entidad, que sin duda implican este trabajo de recomponer dependencias bajo sospecha de los ciudadanos.
    Poco dado al protagonismo, Raúl Arroyo sin embargo se acerca a los medios de información para el diálogo franco de lo que es y espera sea la dependencia gubernamental encargada de impartir justicia.
    Tal vez con la trayectoria académica más amplia de cualquier ex Procurador, el funcionario puntualiza que lo primero es contar con ese diagnóstico claro, imparcial, honesto, que indique dónde se encuentran los lastres más complicados, y de este modo tener un punto de partida para continuar con el trabajo más importante que es tener el apoyo del ciudadano, su confianza y su interés porque las cosas mejoren.
    Bajo ninguna circunstancia, destacó, estuvo tentado en ningún momento a realizar una limpia pareja, es decir pedir la renuncia de todos los trabajadores de la Procuraduría. Primero porque colocaría en una situación de crisis a la dependencia, y segundo porque sin un diagnóstico serio es absurdo pedir cambios cuando no se tiene el respeto inicial que es hacia la persona.
    La tarea tiene diferentes vertientes: un trato digno a todos y cada uno de los trabajadores y salarios en el mismo tenor, sin que lo anterior descarte aplicar sanciones sin reparo de ningún tipo cuando así sean necesarias.
    Raúl Arroyo reconoce en ese sentido la actuación de todos los que participaron en el operativo desplegado en Tlahuelilpan con motivo de la desgracia recientemente acontecida, y explica que se logró responder a tiempo, con un compromiso absoluto de cada uno de los peritos, agentes del ministerio público y en conjunto todo el personal que día y noche estuvo al pendiente de tan dramáticos hechos.
    De este modo, acota, es evidente que no se parte de cero, pero sí existe la necesidad de proyectar el trabajo que se debe realizar en la Procuraduría, es necesario tener el sustento de una Política Criminal bajo la que se trabaje en todo momento, y que necesariamente implicará modificación a muchos aspectos legislativos.
    Lo primero, detalla, será que con base al diagnóstico se lleve a cabo un reingeniería total, y ya asentada, dar paso a la tarea fundamental que es contar con una Política Criminal donde se tengan previstos todos los casos que se pudieran registrar y las bases legales para actuar.
    En ese sentido se trabaja, concluye el Procurador Raúl Arroyo.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    Tal vez con la trayectoria académica más amplia de cualquier ex Procurador, el funcionario puntualiza que lo primero es contar con ese diagnóstico claro, imparcial, honesto, que indique dónde se encuentran los lastres más complicados, y de este modo tener un punto de partida para continuar con el trabajo más importante que es tener el apoyo del ciudadano, su confianza y su interés porque las cosas mejoren.