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RETRATOS HABLADOS

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    •    Aeropuerto Tizayuca, AMLO revive el proyecto


El proyecto para la construcción el Nuevo Aeropuerto Internacional alterno al de la ciudad de México en el valle de Tizayuca-Zapotlán está vivo por una simple y sencilla razón: ya liquidado el de Texcoco, el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha recapacitado y entendido que la simple ampliación de la Base Aérea de Santa Lucia no solucionaba absolutamente nada. De tal modo que las 900 hectáreas propiedad del gobierno de la entidad, están a la disposición de las autoridades federales para hacer realidad, finalmente, una propuesta largamente acariciada por los hidalguenses.
    Su usted recuerda, durante el gobierno de Vicente Fox, el curioso ex Jefe de la Nación, puso a competir al Estado de Hidalgo y al de México por ver quién se quedaba con la sede del nuevo aeropuerto. La suerte estaba echada a favor del Edomex cuando anunciaron que había resultado ganador “porque hasta los patos habían votado a favor de dicho proyecto”, según un sinvergüenza secretario de Comunicaciones y Transportes de apellido Cerisola.
    Era evidente que nuestro Estado siempre había tenido las mejores bases técnicas, el mejor proyecto que se había pedido a Aeropuertos de París, y que además era parte de integral del plan más ambicioso para regular de una vez por todas, el incesante crecimiento del Valle de México, además de dar origen a un denominado “tecnopolo de desarrollo”, el más importante en su género del Continente.
    Sin embargo Fox optó por Texcoco, que consideraba terrenos de Atenco, donde se originó uno de los hechos más lamentables en la historia del país por la represión desatada contra campesinos que se opusieron a la construcción del campo aéreo, que finalmente fue cancelado.
    Era de esperarse que el otro competidor por el Nuevo Aeropuerto Internacional alterno fuera llamado para hacerse cargo de la obra.
    No ocurrió así, y nadie sabe el porqué, como tampoco con base a qué el Edomex había resultado triunfador, al obligar al equipo técnico evaluador a firmar una cláusula de silencio que todavía no termina.
    Hoy Tizayuca revive, y revive en los festejos del Día de la Fuerza Aérea Mexicana, en voz del Presidente López Obrador.
    Por supuesto no se pueden echar al vuelo las campanas, porque en estos menesteres hasta que no exista un compromiso firmado y ante la ciudadanía, todo lo demás son simples posibilidades. Basta recordar que todos los aspirantes presidenciales en su momento se comprometieron a que el campo aéreo se quedaría en Hidalgo.
    A todo lo anterior muchos, con buenas y malas intenciones, ya se lanzaron sobre esta simple posibilidad, ya que apuntalaría al actual gobierno de Omar Fayad Meneses, al crearse la zona de crecimiento económico más grande del país con un crecimiento exponencial en el número de fuentes de trabajo bien pagadas.
    Sin embargo, algo fundamental es que se trata de una obra que merece el Estado de Hidalgo, se trata de un simple ejercicio de justicia histórica para una entidad que ha dado todo a cambio de nada en toda su historia: plata para recibir como pago silicosos y un subsuelo inseguro por todos los distritos mineros.
    La gran diferencia de otros compromisos de campaña, es que AMLO lo dijo ahora ya como Jefe de la Nación, es decir con el poder en las manos, y el poder es el único elemento que puede dar certeza de que la obra por fin se realice.
    Han sido más de 24 años que el proyecto se puso en marcha. Su diseño es uno de los más profesionales en la materia. Se antoja que por fin le tocará a Hidalgo una oportunidad para crecer, y crecer en serio, es decir con el beneficio de sus habitantes y el cuidado de que no sea de manera anárquica.
    Una buena noticia entre tanta tragedia.

Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

CITA:
Sin embargo, algo fundamental es que se trata de una obra que merece el Estado de Hidalgo, se trata de un simple ejercicio de justicia histórica para una entidad que ha dado todo a cambio de nada en toda su historia: plata para recibir como pago silicosos y un subsuelo inseguro por todos los distritos mineros.