Home Nuestra Palabra RETRATOS HABLADOS

RETRATOS HABLADOS

0

    •    AMLO el caudillo, el héroe…


Hay personajes en la historia de nuestro país a los que el pueblo es capaz de perdonarles todo, o casi todo. Son de nacimiento caudillos, héroes, personas que llegan a cambiar el destino de una nación. En épocas antiguas resultaba posible que cometieran un sinnúmero de errores en su gestión, y solo sus enemigos acérrimos insistían en intentos para transformar el descontento en una eventual destitución.
    Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, tiene pasta de caudillo, de eventual héroe, dispuesto a todo con tal de erradicar males ancestrales, y el más acendrado es evidentemente la corrupción. Sin embargo son otros tiempos, y un factor que empieza a pesarle es el de las redes sociales.
    Buena parte de la imagen que tenemos del ex Jefe de la Nación, Enrique Peña Nieto, fue producto de lo que generaron usuarios reales, inventados o pagados del face book, del twitter, de portales supuestamente informativos, que se dedicaron a presentarlo como un tonto, ignorante y corrupto.
    Fue el hazme reír en todo momento, pero nunca reparamos en preguntarnos qué tan real era lo que se decía de él. El poder para destruir famas públicas de las redes se presentó como nunca, y si a eso agregamos complicaciones por claros casos de corrupción, el resultado esperado no podía ser otro que la caída del sexenio Peñista, que solo llegó al final de su gobierno porque en México estaba descartado la renuncia por adelantado de un Primer Mandatario.
    Peña Nieto fue juzgado y condenado como culpable del asesinato de los 43 de Ayotzinapa, aún cuando los responsables fueron otros, específicamente del PRD.
    El problema es que nunca supo qué hacer ante los ataques en internet. Vaya pues, no le dio la mayor importancia.
    López Obrador, hoy Jefe de la Nación, vive un momento crucial con el asunto del desabasto de combustibles, pero ha sabido manejar el discurso de que no se echará para atrás, “ni para tomar vuelo”, hasta que desaparezca la gigantesca corrupción que envuelve el caso, con todo y el enojo de la ciudadanía que crece día con día ante la imposibilidad de abastecerse de gasolina para sus actividades diarias.
    Pese a lo anotado, la aprobación de la población se mantiene, y se mantiene porque la ciudadanía estaba harta de que le robaran dinero que les pertenecía, de que sinvergüenzas se quedaran con las ganancias de PEMEX.
    Es muy posible que se vociferen gritos en la gasolinera al no alcanzar combustible, y se jure a los cuatro vientos que fue un error votar por AMLO, pero a la luz del día, pasada la rabieta, se profesa un apoyo decidido al Presidente, porque existe la certeza de que no habrá otra oportunidad para terminar con la élite de rateros que han saqueado al país durante tanto y tanto tiempo.
    López Obrador no ha perdido un ápice del bono de credibilidad de los mexicanos. Por el contrario, su discurso de que no cederá, “le pese a quien le pese, le caiga a quien le caiga”, no hace sino fortalecer su imagen de caudillo, héroe.
    Las redes sociales, antes tan importantes para definir la opinión del pueblo, de pronto perdieron ese valor esencial. Incluso se les ve con más y  más sospecha.
    Tomar decisiones y no dar marcha atrás, puede ser una necedad a partir del personaje que la encabece; puede ser, en cambio, valor a carta cabal, si es otro.
    El asunto es hasta cuándo puede aguantar la ciudadanía, hasta cuánto puede perdonarle a quien ve en papel de Guerrero en contra de un ejército de malandrines corruptos.
    ¿Ha habido errores en el naciente gobierno federal? Por supuesto. Nadie está ajeno a equivocarse. Y con todo y que Morenistas fanáticos en las redes casi se van a golpes con quien se atreve a mencionar lo anterior, el hecho sustancial es que una acción necesaria como la de cerrarle la llave de la gasolina a los rateros, seguramente pudo haberse instrumentado de mejor manera.
    Pero el caudillo, el héroe, mantiene y ve crecer sus bonos, su aprobación.
    Quiero pensar que al final de esta semana el problema del abasto empezará a solucionarse, y veremos que de pronto hay mucho más dinero en las arcas del gobierno, por la simple y sencilla razón de que el saqueo, al menos en ese terreno, terminó.
    Así lo quiero pensar y ver. En tanto, nos veremos en las largas filas para ver si encontramos, en una de esa, los mentados 20 litros de gasolina.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
Es muy posible que se vociferen gritos en la gasolinera al no alcanzar combustible, y se jure a los cuatro vientos que fue un error votar por AMLO, pero a la luz del día, pasada la rabieta, se profesa un apoyo decidido al Presidente, porque existe la certeza de que no habrá otra oportunidad para terminar con la élite de rateros que han saqueado al país durante tanto y tanto tiempo.