RETRATOS HABLADOS

    •    Puede que haya tiempo para la buena política


Nada resulta más complicado para un gobierno recién electo y a punto de asumir el poder, que tener una mayoría tan aplastante en el Congreso federal y los estatales. La posibilidad de regular sus acciones a partir de la opinión de otros partidos políticos, debe traducirse en una auto regulación que casi siempre desemboca en auto complacencia que por esencia suele resultar trágica.
    Todos hacemos votos porque México esté en vísperas de vivir una nueva etapa en su historia, caracterizada por una clase política alejada de todo lo que hoy se carga a quienes han gobernador, aunque con toda seguridad ya habrá usted observado caras conocidas que tendrán cargos importantes en la administración federal que arrancará el 1 de diciembre.
    Deseamos que sean tiempos plenos de posibilidades para los jóvenes, porque al final del día ellos tendrán en sus manos la decisión de aceptar como real lo que hoy les toca vivir, o una simple ficción que se quedó en eso, en un sueño por momentos absurdo.
    Hay sin embargo buenos signos en el camino de Andrés López Obrador rumbo al poder, signos que se observan de cerca en Estados como el nuestro, donde de un día para otro, el Grupo Universidad que presumía haber hecho triunfador el hoy Presidente Electo y a todos sus candidatos, de pronto bajó el perfil, dejó de amenazar a diestra y siniestra, para descubrirse en su justo nivel.
    Morena como partido tendrá que aprender a quitarse de encima cantidades enormes de lastre que eran innecesarios en épocas de campaña, pero que decidieron usarlos en un estilo pragmático que hoy les obliga a dejarlos ir, o simplemente no dar pie a compromisos absurdos como los que se les quería obligar a cumplir en Hidalgo.
    Una y cien veces se ha afirmado que Morena podría haber ganado sin hacer tantos pactos absurdos. Una y cien veces se alertó sobre el nulo peso de grupos políticos que tasaron sus bonos muy por encima del valor real.
    Eso tendrá que cambiar en todo el país, y en la entidad hidalguense por fortuna empieza a suceder con una dirigencia que de pronto descubrió que efectivamente el papel de peso que jugará no es de a mentiras, y que quien se ostentaba como gran jefe atrás de las cortinas, no merecía la más mínima confianza del futuro Jefe de la Nación.
    Así que por el bien de todo esperemos cosas buenas, posibilidades que seguramente no sin errores, cristalizarán y llegarán a buen puerto.
    La lección dada por el Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso, Ricardo Baptista, y el gobernador, Omar Fayad Meneses, es de buena política, donde se acabaron a través del diálogo sano e inteligente, las pugnas fomentadas no por Morena, sino por el Grupo Universidad que sentía era poseedor de dicho partido.
    El panorama empieza a verse despejado, y eso por principio de cuentas es un avance que era necesario, urgente.
    Nadie estará ajeno a cometer imprudencias en este nuevo camino, inédito, pero por lo mientras se observa buena voluntad, no más las actitudes beligerantes que durante muchas semanas tuvieron paralizada la Cámara de Diputados.
    Cada cual ya se ve en su justo nivel.
    Pocos son los verdaderos políticos profesionales, pero poco a poco ganan terreno para orientar a los que están llamados a hacer una práctica digna de la misma.
    Hay pues un horizonte interesante.
    Esperemos que este principio de respeto y buena negociación no cambie.

Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
Eso tendrá que cambiar en todo el país, y en la entidad hidalguense por fortuna empieza a suceder con una dirigencia que de pronto descubrió que efectivamente el papel de peso que jugará no es de a mentiras, y que quien se ostentaba como gran jefe atrás de las cortinas, no merecía la más mínima confianza del futuro Jefe de la Nación.

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