• A salvo el Patronato, eso era lo importante
Cada quien entiende el concepto de autonomía de acuerdo a su muy personal conveniencia, pero el hecho fundamental es que el ahora extinto Órgano Interno de Control que pretendió instalar el Congreso del Estado en la Universidad de Hidalgo, en ningún momento hablaba de querer tener injerencia en el plano académico. Su objetivo era uno y central: enterarse y enterar a la ciudadanía acerca de los ingresos que obtiene el Patronato Universitario a través de 21 empresas que maneja, y sobre todo su destino.
Vaya pues que ni siquiera el presupuesto anual estaba en duda, porque son constantes las auditorías al mismo, y que por supuesto es lo que insiste manda a presumir la máxima autoridad de la UAEH, que evidentemente no es el rector en funciones, y no porque uno lo diga, sino que así lo asienta la modificación que se hizo a la Ley Orgánica de la institución educativa, a través de la cual se le escrituró en su totalidad cada uno de los campus universitarios y lo que en ellos haya, al Patronato.
“Pusilánimes, fracasados”, y otros calificativos, ordenó dirigir a través de su locutor de cabecera el líder del Grupo Universidad, a quienes se atrevieron a cuestionar la honorabilidad en el manejo de los recursos económicos, pero en ningún momento anunció que se transparentaría el manejo que se hace de los dineros en el Patronato. Eso, así lo suponen, es punto y aparte.
Algo así como un corporativo de empresas privadas al interior de los campus universitarios, que por esa misma razón no tienen por qué rendir cuentas a nadie, y que incluso conforman sociedades anónima para manejar negocios que en origen fueron creados con recursos públicos.
Y de no ser así, sería prudente que le callaran la boca a todos los que hoy sospechan de turbias maniobras en el uso y abuso de recursos económicos, con empresas que lo mismo venden información, rentan habitaciones, salones de fiestas, restaurantes y otros.
En eso no se ha dicho nada desde el principio de este conflicto.
Si la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió a favor de la UAEH está bien, deben festejarlo aquellos que vieron cerca la posibilidad de que se ventilaran los negocios privados al interior de una institución pública.
Pero bajo ninguna circunstancia pueden mantener la tesis de que el objetivo central del fallido Órgano Interno de Control, era meter las narices en asuntos académicos, violar la libertad de cátedra y cosas por el estilo. No señores, el objetivo era y sigue siendo saber en qué consisten esas dichosas empresas universitarias, sobre las que el Patronato ha construido un aparente imperio económico.
En tanto se mantiene el proyecto de la máxima autoridad en la UAEH, que es construir su candidatura a gobernador del Estado, a través de un partido como Morena que controla parcialmente, y ramificaciones cada vez más evidentes en Acción Nacional y el PRD.
Por otro lado sería importante conocer a cuánto ascendieron los emolumentos del abogado que llevó el caso de la universidad, famoso a nivel internacional.
Y por supuesto, en un afán de hacer real el llamado del Presidente Electo a la concordia, sería prudente que el vocero más iracundo de la institución educativa, entendiera que su patrón de por si lo quiere y protege, sin necesidad de que suelte toda una andanada de adjetivos contra los que se atreven a cuestionarlo.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
CITA:
“Pusilánimes, fracasados”, y otros calificativos, ordenó dirigir a través de su locutor de cabecera el líder del Grupo Universidad, a quienes se atrevieron a cuestionar la honorabilidad en el manejo de los recursos económicos, pero en ningún momento anunció que se transparentaría el manejo que se hace de los dineros en el Patronato. Eso, así lo suponen, es punto y aparte.