Home Nuestra Palabra Javier Peralta RETRATOS HABLADOS

RETRATOS HABLADOS

0

    •    Una mayoría legislativa obligada a dialogar


En muchos sentidos parece un absurdo y sin duda lo es, que personas dedicadas en cuerpo y alma al ejercicio de la política, no se hayan podido poner de acuerdo para que la naciente sexagésima cuarta legislatura del Estado de Hidalgo, haya podido empezar a trabajar de manera normal en todas sus áreas. Parece, pero no lo es.
    Cada uno de los partidos políticos lleva una carga tal de intereses, que difícilmente podrán atreverse a plantear la simple posibilidad de ceder parte de los mismos a la hora de una negociación. Porque, está claro, en toda negociación que se precie de serla, el primer requisito a cumplir es que existe disposición para el diálogo, la evaluación de lo que puede aceptarse del otro y lo que no.
    Lo contrario, asumir posiciones radicales, no conduce a ningún lado, con todo y que se pueda tener la mayoría como Morena la tiene en el Congreso local. La imposición no deja de ser imposición porque ahora la hagan quienes se presentaron en todo momento como el cambio que necesitaba el país. Fue imposición cuando se procedió de esa manera con los priístas, lo será con los morenistas si proceden de ese modo, como ya sucedió en la Cámara de Senadores.
    Una cosa es asumirse como prodigios del consenso y el respeto a las minorías cuando no se tiene poder; otra, muy diferente, cuando se le tiene en las manos y se empieza a sentir lo que es capaz de hacer. Controlar el poder tan absoluto que les fue otorgado en la pasada elección, tendrá que ser el primer reto del partido hegemónico de nuestros días.
    A lo anterior habrá que agregar a quienes están seguros son merecedores de asumir un poder que no les fue otorgado en elección alguna, pero que a trasmano buscan usarlo para beneficio personal. Sin embargo no es ninguna novedad que esto ocurra.
    Retomemos lo planteado en el principio: están más obligados los que con mayoría pretenden instaurar su ley en la Cámara de Diputados de Hidalgo, a buscar el diálogo, el consenso, porque no hay muestra más cierta de la capacidad de ser humildes en el triunfo, que tomar en cuenta al que no lo logró.
    Si en términos reales y honestos la única preocupación es la ciudadanía hidalguense, tendrán que llegar a un arreglo. Tendrán que ceder aunque sea un centímetro de su territorio.
    Su la lucha es simplemente por el poder. Si aunque son mayoría una sola persona decide lo que dicen y hacen, todo estará perdido, y no hará solución de ningún tipo como no sean los tribunales, que serán la muestra palpable de su incapacidad, pero sobre todo su desinterés en lo que le pase o no a los que viven en la entidad.
    Hay tiempo todavía.
    Pero por principio de cuentas no pueden mantenerse sometidos a lo que diga un solo personaje que ni siquiera es militante de Morena. .
    Mientras tanto los días pasan, y el fantasma del mayoriteo en cuanta iniciativa presenten los morenistas ya se hizo presente. Aprobarán toda iniciativa que les sea enviada desde el bunker del CEUNI, y lo que habrá de seguir es simple cuando el que se autonombró “villano favorito”, diga a diestra y siniestra: “¡Yo soy la ley!”.
    Y cuando eso suceda, seremos testigos de que la historia se repite, con el agregado de un dictador de por medio.
    Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
Lo contrario, asumir posiciones radicales, no conduce a ningún lado, con todo y que se pueda tener la mayoría como Morena la tiene en el Congreso local. La imposición no deja de ser imposición porque ahora la hagan quienes se presentaron en todo momento como el cambio que necesitaba el país. Fue imposición cuando se procedió de esa manera con los priístas, lo será con los morenistas si proceden de ese modo, como ya sucedió en la Cámara de Senadores.