RETRATOS HABLADOS

   •    Políticos profesionales, la solución


El oficio político no se da por generación espontánea, ni tampoco con la simple disposición para ser manejado a control remoto. Al final de cuentas la asistencia presencial es indispensable en una tarea tan vital como es la de ser representante popular. Por muy aleccionado que llegue el seleccionado para desempeñar ese ingrato papel, con todo y que de plano le coloquen un audífono en la oreja izquierda para recibir instrucciones, el resultado siempre será malo.
    Por desgracia esta incapacidad deriva en continuos enfrentamientos con sus pares de oposición (por vez primera el PRI desempeña ese papel en la presente legislatura del Congreso local), y a la postre en una trabazón que por fortuna hasta el momento no se ha traducido en saldos negativos para Hidalgo.
    Para hacer política se necesita a una persona dedicada de tiempo a esa actividad. La simple autopresentación ya trillada hasta el hartazgo de que, “yo no soy polític@ y por eso soy honesto y digno de representarlos”, es una soberana estupidez. Si no sabe del asunto, si pretender aprender echando a perder, solo podemos esperar que día con día un problema que pudo haber sido solucionado a través del diálogo y la negociación, siga como empezó.
    El problema aqueja a todos los que conforman la naciente legislatura del Estado, no es privativa de Morena ni mucho menos, aunque más marcada en este bloque partidista con mayoría. Un maleable y dócil Humberto Veras Godoy, que solo es capaz de hablar con coherencia cuando no está frente a la máxima tribuna de la entidad, empieza a generar dudas en la máxima autoridad del grupo político al que pertenece.
    Sin duda haber sido rector fue algo que le funcionó a la máxima autoridad universitaria que no es el rector, porque el campo de trabajo era totalmente controlable; no había exposición de ningún tipo, y siempre quedaba la opción de que su mentor entrara al quite.
    Aquí no se puede y es lo que complica las cosas.
    Por lo anterior la necesidad, ya urgente, de que se dé paso a políticos profesionales, y por favor no entender por lo anotado pillos de abolengo. Se crea o no hacen falta personajes dedicados en cuerpo y alma a esta actividad, que cuando se realiza rinde frutos importantes para todos.
    Hay tiempo, siempre lo habrá. Hay políticos de nivel de un lado y de otro, que saben y pueden llegar a consensos en que nadie se vea como vencido y otro como derrotado, porque esa condición solo genera rencores que no tienen fin.
    Hay tiempo también para entender que hay un gobierno electo constitucionalmente, cuyo mandato concluirá en cuatro años. No antes, con todo y que alguien tenga la creencia de que puede hacer que las manecillas del reloj caminen más aprisa.
    Gobernador con todo el poder que le otorga la Constitución Política del Estado de Hidalgo, y que debe contar con el apoyo del Poder Legislativo. Intentar convertir en una trampa sin salida la Cámara de Diputados, sería un atentado grave para una entidad como la nuestra.
    Hacer una valoración honesta de los dos años del gobierno de Omar Fayad, permitirá detectar que sin duda hay aspectos complicados como la seguridad, pero un avance sostenido en la generación de empleos y oportunidades, que a juicio del Presidente Electo de México, Andrés Manuel López Obrador, es el verdadero camino para acabar con la delincuencia.
    Cuando una persona no tiene nada qué perder, hay campo propicio para que prolifere el crimen organizado. Cuando se le abre la posibilidad de un trabajo digno, de que su familia por fin tenga una posibilidad de futuro, el resultado siempre será otro.
    Por evaluar sinceramente a un gobierno, solo podrá ser cierto cuando políticos profesionales asuman esa actividad.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajaurez.mx
@JavierEPeralta

CITA:
    Para hacer política se necesita a una persona dedicada de tiempo a esa actividad. La simple autopresentación ya trillada hasta el hartazgo de que, “yo no soy polític@ y por eso soy honesto y digno de representarlos”, es una soberana estupidez. Si no sabe del asunto, si pretender aprender echando a perder, solo podemos esperar que día con día un problema que pudo haber sido solucionado a través del diálogo y la negociación, siga como empezó.

    

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