RETRATOS HABLADOS

* Congreso: hay tiempo para la inteligencia

Como nunca el buen ejercicio de la política, será la única opción para destrabar el conflicto que vive el Congreso del Estado. Buena política que bajo ninguna circunstancia declare agotadas las negociaciones, el diálogo y la posibilidad del entendimiento.
    Veremos el nivel de las partes en pugna, porque lo que está en juego no es solamente ver quién se queda con el manejo de la Cámara durante el primer año, sino la voluntad de cumplir con los nuevos mandamientos que el Presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, ha decidido sean cimiento fundamental de su gestión: “no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.
    Hay, sin duda, una evidente intención de escalar el problema hasta la posibilidad de lograr que el Senado de la República inicie el procedimiento para la desaparición de poderes en la entidad, lo que sin embargo no sucederá, con todo y que el hoy reconocido como poder real al interior de Morena en Hidalgo, Gerardo Sosa Castelán, insista en esa posibilidad para buscar gobernar los próximos cuatro años.
    Lo que resulta un avance en todo este tinglado en que han convertido al recinto legislativo, en que unos cual beisbolistas pisan y corren como alma que lleva el diablo, es que finalmente la ciudadanía está interesada en saber lo que hacen o dejan de hacer sus diputados.
    Luego de una indiferencia que daba por hecho solo se dedicaban a levantar el dedo y a cobrar jugosos salarios, es posible observar que en todos los sectores la ciudadanía platica sobre lo que puede representar que la Junta de Gobierno esté en manos de los Sosistas-Morenistas, o de los priístas-panistas y compañía. Algo bueno ha traído esta disputa, porque era imposible continuar por el mismo camino donde los políticos hacían su trabajo de políticos por un lado, y los habitantes de la entidad simplemente daban por hecho que harían lo que les viniera en gana.
    Empieza a despertarse una verdadera conciencia social, o ciudadana como la llama el maestro Serna Alcántara. Conciencia que se interesa por lo que hacen sus representantes populares, a los que dio el encargo de defender sus intereses, de velar por el futuro de sus familias, y no de un grupo político determinado.
    Observamos a jóvenes legisladores, hombres y mujeres, con una preparación real en lo académico, sin que falten por supuesto verdaderos porros que fueron impuestos por un patrón de similar condición. Pero en su mayoría estamos ante representantes populares que tienen ganas de trabajar, de hacer algo por sus paisanos.
    Y eso, en cualquier escenario, es bueno, muy bueno.
    Solo faltará ver que en esta misma semana pueda destrabarse el conflicto, y por fin podamos ser testigos de debates de altura, de la defensa de ideales, no de intereses, en un México que todos esperamos y deseamos sea mejor.
    Es importante el momento que nos toca vivir como hidalguenses, como mexicanos. Y es también asunto de esperar que el dictado de la conciencia de cada una de las partes, permita que los trabajos legislativos empiecen.
    Hace falta que en un Congreso como el de Hidalgo el debate sea cotidiano, intenso pero respetuoso, pleno ejemplo de lo que el pensamiento, los ideales pueden hacer.
    Demos tiempo a que las aguas regresen a su nivel, que sea la serenidad y la inteligencia camino común de cada uno de nuestros representantes populares.
    Una Cámara viva siempre será mejor que aquella con aires de difunto, donde todo estaba decidido de antemano.
    Somos testigos de nuevos tiempos. Seamos también partícipes con nuestro interés que se traduzca en seguimiento del trabajo de quienes pidieron nuestro voto.
    Hay tiempo, hay capacidad para decidir por el mejor camino, no para grupos políticos, sí para todos los hidalguenses.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
Hace falta que en un Congreso como el de Hidalgo el debate sea cotidiano, intenso pero respetuoso, pleno ejemplo de lo que el pensamiento, los ideales pueden hacer.
    Demos tiempo a que las aguas regresen a su nivel, que sea la serenidad y la inteligencia camino común de cada uno de nuestros representantes populares.
    Una Cámara viva siempre será mejor que aquella con aires de difunto, donde todo estaba decidido de antemano.

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