RETRATOS HABLADOS

    •    Gerardo Sosa: asuntos del tiempo


Quiero pensar que esta tensa calma que se vive en el ambiente político hidalguense, tiene que ver con un profundo acto de contrición que llevó a quienes ya se veían inquilinos de cuarto piso de gobierno, a recapacitar y sobre todo aceptar que para todas las acciones existen sus propios tiempos. De tal modo que no se tratará de una simple tregua, sino de una nueva forma de ver los asuntos del poder.
    Mal resultaría que solo estuviéramos ante un “velar armas” por parte de quienes están seguros que la mayoría de Morena en el Congreso del Estado es de ellos, y solo de ellos, de tal modo que a la vuelta de la esquina nos encontráramos de nueva cuenta en un clima de hostilidad abierta, donde no importa el uso y abuso de una institución tan vital para Hidalgo, como es la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
    La monumental marcha abortada de estudiantes, profesores, investigadores y trabajadores universitarios, debe ser ante todo una lección que debe ser aprendida: los nuevos tiempos políticos que vive el país, rechazan abiertamente el uso corporativo de trabajadores, burócratas, y todavía más cuando se trata de jóvenes estudiantes.
    Alguien me comentó si la UAEH no ha tenido logros importantes en toda esta especie de régimen que ya va para 40 años de su líder máximo, Gerardo Sosa Castelán.
    Evidentemente que sí. Sería un absurdo y una falta a la inteligencia de cualquier persona intentar negar algo que es evidente, y es que nuestra Máxima Casa de Estudios es eso, nuestra Máxima Casa de Estudios. Buena parte de su crecimiento en infraestructura y calidad académica, se logró cuando existió un trabajo compartido del entonces rector Sosa Castelán, y el gobernador Murillo Karam. Este último mostró y enseñó la forma cómo debía buscar más y mejores recursos económicos para la institución educativa al hoy dirigente del Grupo Universidad.
    Es decir que no se entiende el desarrollo de la UAEH sin la participación de un gobernador, al que incluso plantearon poner su nombre al auditorio del Instituto de Ciencias Sociales cuando aún era Jefe del Ejecutivo estatal, lo que no aceptó, pero que posterior a la conclusión de su sexenio se hizo.
    Luego surgieron las rencillas políticas. Pero esa es otra historia.
    El hecho es que la universidad logró, finalmente, dejar sus tiempos que se antojaban eternos, en que no lograba salir de su carácter pueblerino (con todo el respeto para los pueblerinos que somos muchos) y colocarse como una de primer nivel en el país.
    Sin embargo sucedió lo que debía suceder. Murillo Karam dejó de ser gobernador, lo sucedió Manuel Ángel Núñez Soto, luego Miguel Ángel Osorio Chong, después Francisco Olvera Ruiz, y en la UAEH no se presentó un solo cambio. Como no sea de rector, siempre a gusto y elección de Sosa Castelán.
    Es posible el argumento aquel de que dejar el mando central de la institución acabaría con todos y cada uno de sus logros. Pero es un argumento engañoso para eternizarse en un cargo con tintes de dictador.
    La obra cumbre de su vida que fue la transformación de la UAEH, puede ser también el reclamo más grande para un personaje de la política como Sosa Castelán, para entender que el tiempo es el mejor consejero de toda persona. Que buscar quedarse para siempre en un puesto, con la justificación que es para “cuidar” lo logrado de los depredadores, no es válido. Además que de paso se pisotea el legado que todo ser humano intenta dejar a su paso por la existencia.
    Evidentemente no se puede juzgar a nadie con absolutos. Hay claros y oscuros, y todos están en esa tesitura, con o sin poder.
    Pero, como dice la canción con letra de Renato Leduc, con el poder se debe proceder igual que con el amor: “a tiempo amar, y desatarse a tiempo”
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    La obra cumbre de su vida que fue la transformación de la UAEH, puede ser también el reclamo más grande para un personaje de la política como Sosa Castelán, para entender que el tiempo es el mejor consejero de toda persona. Que buscar quedarse para siempre en un puesto, con la justificación que es para “cuidar” lo logrado de los depredadores, no es válido. Además que de paso se pisotea el legado que todo ser humano intenta dejar a su paso por la existencia.
    

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