RETRATOS HABLADOS

* Honestidad para cambiar

Termina la semana más trágica en la historia del Revolucionario Institucional, la más gloriosa de un partido de reciente creación, y la coronación con el triunfo de un personaje que persiguió su objetivo con una persistencia solo propia de un maratonista.
    Empieza también un tiempo nuevo para institutos políticos que hoy comprueban con una seria preocupación, que simplemente no habían cambiado como lo manifestaban, y que se conformaron con aparentar que lo hacían para sorprenderse de ser descubiertos en esta acción teatral.
    Y por supuesto el reto mayúsculo será de quien llega al poder, un poder incluso casi absoluto, para demostrar en los hechos que puede cambiar el destino infausto de un país, entrampado con la violencia y la corrupción.
    Porque de poco puede servir una votación tan copiosa, tan amplia, tan plena de interés por parte de la ciudadanía si a la vuelta de la esquina las cosas siguen igual, o peor.
    Servirá de poco para un partido como el PRI si mantiene la idea de que es posible darle la espalda a su militancia y ensayar planes de grandes mentes maquiavélicas, que seguramente nunca leyeron El Príncipe.
    Tendrá que registrarse una renovación a fondo, una refundación que rescate las posibilidades de representar lo que representó, la voz que fue durante muchos años para miles de mexicanos que ahora simplemente le dijeron que ya no, que era suficiente.
    Y algo fundamental: deberá registrarse una reconciliación real entre todos los habitantes del país; reconciliación que por ejemplo en un Estado como el nuestro, no puede ser confundida como la renuncia a ideologías, a principios por parte de nadie.
    Aquellos que no creyeron en la opción del ahora casi Presidente electo, no están obligados a dar el vuelco y rasgarse las vestiduras porque no se unieron a la mayoría. Mucho menos aceptar que todos los que se dicen aliados del tabasqueño, pero que simplemente lo hicieron por una coyuntura convenenciera, son leales a los principios ideológicos que sí tiene el ganador absoluto de la contienda.
    No son iguales, nunca lo serán, aquellos que de origen, de vida, han tenido una trayectoria ligada al la búsqueda del cambio en el país, la entidad; que quienes profesaron esa vocación al cuarto para las doce, de tal modo que según ellos, en un minuto borraron una historia personal truculenta de varias décadas.
    Las transformaciones convencieras no sirven porque no son honestas, no parten de un verdadero interés en cambiar, sí en cambio en agenciarse beneficios por aparentarlo.
    Todos los que se dedican a la política están obligados a cambiar, pero hacerlo en serio, con absoluta responsabilidad y sinceridad. De otro modo no sirve.
AVISO.- A partir de mañana y hasta el lunes 16 del presente mes, las columnas RETRATOS HABLADOS y LAGUNA DE VOCES no se publicarán por vacaciones de quien las escribe. Nos reencontramos el próximo martes 17 de julio.
Mil gracias.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    No son iguales, nunca lo serán, aquellos que de origen, de vida, han tenido una trayectoria ligada al la búsqueda del cambio en el país, la entidad, que quienes profesaron esa vocación al cuarto para las doce, de tal modo que, según ellos, en un minuto borraron una historia personal truculenta de varias décadas.

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