• Cuando el destino nos alcance
Empiezo a ver con amarga desconfianza lo que está por venir en el país.
Hace muchos años resultaba más fácil no conocer de manera directa a quienes se unían de pronto a un cambio democrático, y estaba seguro que si la población del entonces Distrito Federal apoyaba a un Cárdenas junto con Heberto Castillo, luego entonces el país entero se transformaría bajo la imagen honesta y cierta del inventor de la tridilosa.
No conocía de primera mano a quienes los representaban en una entidad como Hidalgo, y daba por sentado que de alguna forma todos asumirían la verticalidad del ingeniero Castillo. Está claro que no era así en esa época ni ahora. La política se nutre de una figura central a la que puede rendirse culto casi religioso, pero alrededor giran simples humanos sin ánimos de trascendencia histórica.
Ahora veo ese fenómeno en vivo y a todo color. Conozco de cerca a los que hoy se presentan como Morenistas de cepa, y aseguran que su existencia ha estado dedicada a la búsqueda del cambio para beneficio de las mayorías. Los conozco de cerca y sé que no es así, que siempre los ha movido una ambición enfermiza por el poder, y un ánimo de venganza contra los que estorbaron su camino.
Al igual que muchos no dudo de la integridad de Andrés Manuel López Obrador, de su tendencia al martirio, de su interés único en ser parte de la historia de México. En eso tengo muy pocas dudas, porque no es hombre de ambiciones económicas y ha sido congruente en su decir y hacer, con todo y que le quieran tejer truculentas leyendas.
Sin embargo un solo hombre no puede modificar nada en términos reales. Hace falta un movimiento que agrupe a miles de hombres y mujeres de buena voluntad, dispuestos a trabajar con absoluto desinterés por cambiar el estado de las cosas en México.
Y es justo en ese instante cuando preferiría no conocer tan de cerca la historia de los que hoy manejan MORENA en Hidalgo, porque el simple hecho de que AMLO los haya cobijado resulta una acción absurda que desemboca en una amarga desilusión por lo que pueda venir.
Seguramente la misma historia, en que advenedizos, ambiciosos sin escrúpulos se unieron previo pago de admisión, a un movimiento que resultaba la única y mejor posibilidad para el país, con objetivos que poco o nada tienen que ver con la historia del candidato presidencial morenista.
No hay justificación para semejantes acciones; con todo y la admiración que muchos profesan por el tabasqueño, es imposible argumentar eso de que el fin justifica los medios. Bien que lo saben porque al menos en Hidalgo, el soporte del movimiento de López Obrador, es liderado por un grupo que lastimó, humilló, ofendió a los hidalguenses. Un grupo que con una patada en el trasero corrió a los mejores investigadores de la Universidad del Estado, “por izquierdosos”; mismos que hoy no saben qué formula aplicar para mantener su apoyo a Andrés Manuel, sin que esto implique hacerlo con quien fue su verdugo.
Por eso resulta complicado entender lo que está por venir en el país.
Sin duda AMLO lleva una ventaja imposible de remontar por sus contrincantes. Sin duda se perfila como ganador si antes no se aparece una violencia absurda contra su persona. Pero en el escenario de que llegue indemne a la Presidencia de la República, no entiendo cómo va a poder gobernar con la camarilla de advenedizos que se subió a su barco. No quiero imaginar siquiera un estado como el de Hidalgo dominado por un Grupo gangsteril, que hoy se pronto se hace pasar por uno de tipo casi revolucionario.
Simplemente no logro imaginar lo que está por venir.
Mil gracias, nos leemos el próximo lunes.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
CITA:
No hay justificación para semejantes acciones; con todo y la admiración que muchos profesan por el tabasqueño, es imposible argumentar eso de que el fin justifica los medios. Bien que lo saben porque al menos en Hidalgo, el soporte del movimiento de López Obrador, es liderado por un grupo que lastimó, humilló, ofendió a los hidalguenses. Un grupo que con una patada en el trasero corrió a los mejores investigadores de la Universidad del Estado, “por izquierdosos”; mismos que hoy no saben qué formula aplicar para mantener su apoyo a Andrés Manuel, sin que esto implique hacerlo con quien fue su verdugo.