RETRATOS HABLADOS

    •    Tiempos inéditos


Los tiempos inéditos que vivimos en el asunto político, en que no pocos coinciden en señalar que el Revolucionario Institucional empieza a pagar la soberbia de su actual dirigencia nacional, de ningunear a la militancia al momento de postular a un candidato presidencial que tiene como gran atributo “no ser priista”, empiezan a desembocar en una descomposición en regiones del país donde esto nunca ocurría.
    Como nunca es palpable la veracidad del refrán aquel, “para que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo”, al distinguirse de manera abierta que el peor enemigo del partido en el poder en territorio hidalguense, será un ex militante, ex dirigente, que construyó la única estructura a nivel Estado, para manejarla como letra de cambio al candidato de MORENA, Andrés Manuel López Obrador.
    Enfrentará sin embargo a una entidad donde los bonos de su gobernante, priista, y ex gobernante, también tricolor, se mantienen en un nivel de aprobación real, lo que hace prever una contienda ríspida, ya que para nadie es desconocido el continuo confortamiento del hoy líder moral del partido de AMLO en Hidalgo, Gerardo Sosa, y el Jefe del Ejecutivo, Omar Fayad Meneses, así como el antecesor de éste, Miguel Ángel Osorio Chong.
    Tiempos inéditos en que el candidato presidencial “natural” de los tricolores, el ex Secretario de Gobernación, tiene el peso a sus espaldas lograr que los candidatos al Senado de la República ganen, ante un cada vez más posible escenario en que pierdan la Presidencia de la República.
    Tiempos inéditos en que el manejo de las redes sociales por parte del equipo de López Obrador y el panista Ricardo Anaya, han impactado al imaginario colectivo, que empieza a dar por sentado que José Antonio Meade simplemente ya no tiene nada qué hacer en la contienda del 1 de julio.
    Tiempos los que vivimos raros también, porque el tiempo transita de una manera vertiginosa para encontrarnos, a la vuelta de la esquina, con el día de los comicios.
    Tiempos inéditos, en que por vez primera el PRI de la entidad, empieza a ver con preocupación la posibilidad de no ganar mayoría en las candidaturas a diputados federales, y por un momento duda de lograrlo en el Congreso local.
    Algo inédito, y que en el afán de no evadir la realidad, desata la implementación de un plan “B”, que antes nisiquiera estaba contemplado.
    Si eso sucede en un Estado como el nuestro, es de imaginarse lo que se observa en otros lares, donde la hegemonía priista dejó de existir hace bastante tiempo.
    Y está claro que no observamos a una oposición que de pronto creció y puso a sus mejores hombres y mujeres en la búsqueda de un cargo de elección popular. No. Se trata de un proceso en el que se han conjugado infinidad de factores, para descargar en tierras priistas de nacimiento la duda, la zozobra.
    Tiempos inéditos en que pocos ejemplos tan claros del daño que puede causar un hasta hace poco militante tricolor como Canek Vázquez Góngora, siempre alejado del trabajo a ras de tierra de un partido que le ofreció todo en bandeja de plata, para verlo partir a la embarcación de MORENA. Pocos ejemplos tan patéticos de desprecio a una militancia que simplemente vio como un personaje acomodaticio recibió las mejores oportunidades, en tanto que los otros, los que buscaron con trabajo esas posibilidades, se quedaron a la espera eterna sin ningún resultado.
    Tiempos inéditos los que vivimos, en que solo la pericia política, el prestigio de un gobernador y un ex gobernador, podrían salvar de la tragedia a un partido que empieza a ver en el equilibrio futuro de poderes, con mayoría en los Congresos federal y estatales, la única posibilidad de evitar el hundimiento definitivo.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
Tiempos inéditos los que vivimos, en que solo la pericia política, el prestigio de un gobernador y un ex gobernador, podrían salvar de la tragedia a un partido que empieza a ver en el equilibrio futuro de poderes, con mayoría en los Congresos federal y estatales, la única posibilidad de evitar el hundimiento definitivo.

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