• Las huestes Sosistas
Andrés Manuel López Obrador resulta ser el menos responsable por la salida presurosa de políticos en todo el país de sus respectivos partidos, para cobijarse en MORENA, ante el inminente hundimiento de las embarcaciones que les dieron techo, dinero y a veces hasta prestigio. Es el menos responsable porque aprendió que no puede cerrarle la puerta a nadie, y sí en cambio presentarse como quien tiende los brazos abiertos para todo tipo de pecadores, y de estos una inmensa mayoría cegados por la soberbia.
Tendrá que cargar con el lastre que hoy mismo echa en su navío, y ver en un futuro la forma de tirarlo por la borda, porque de no hacerlo estaría condenado a un fracaso mayúsculo en caso de ganar la Presidencia de la República.
En Hidalgo es claro que el Grupo Universidad, que comanda Gerardo Sosa Castelán, tuvo algún acuerdo con López Obrador, para impulsar un frente que no habrá de llamarse opositor, sí en cambio de trapecistas profesionales, que dejaron sus partidos origen para aspirar a un nuevo cargo de elección popular, ante maniobras primitivas y sin sentido en los institutos políticos tradicionales como PRI, PAN y PRD.
Es así que los seis legisladores locales, hoy de MORENA, que anunciaron que emigraban a las filas pejistas, tendrán que ser contemplados en paquete y como negociador de los mismos a Sosa Castelán, quien desata un enfrentamiento abierto y sin cuartel en contra del gobierno de Omar Fayad Meneses, al grado de pretender controlar, por el corto tiempo que aún tiene la actual legislatura, el Congreso del Estado.
Pocos repararán en un Canek Vázquez Góngora, porque con todo y que esgrime como carta de presentación a su padrino, Manlio Fabio Beltrones, está claro que su nuevo y único jefe político en la entidad es el Presidente del Patronato Universitario. Lo mismo con Simmey Olvera Bautista, que ha resultado la mejor apuesta del Grupo Universidad, luego de los sonados fracasos con Roxana Montealegre y Antonio Mota.
De los otros cuatro hay poco qué decir, como no sea que la renuncia de Miguel de la Fuente a Movimiento Ciudadano, hace patente que la franquicia adquirida por Sosa Castelán dejó de serle útil y por eso la orden para que SU diputado pasara a otro bando político.
Lo que observamos, además de las historias particulares de cada uno de los que dejó una embarcación para colgarse de otra, es una historia de siempre conocida, es decir la lucha por el poder.
El máximo líder político de la UAEH ha manejado sus piezas con pulcritud. Logró tentar a quienes asumieron ser piedras angulares de sus partidos, y es el caso de Canek en el PRI, para llevarlo a la tierra de los soberbios.
En todo este escenario resulta importante destacar que AMLO está condenado a llevar reajustes extremos en ese futuro que podría serle, por fin, benévolo. Ajustes que implicarán deshacerse de personajes nefatos como muchos de los que echó en su morral, porque no hacerlo implicaría un sexenio plagado de pagos por favores recibidos. Y eso es lo que menos necesitaría López Obrador.
Por lo mientras del lado de los que se fueron a la embarcación morenista, destacan políticos que fueron negociados “en paquete” por Sosa Castelán. Y del lado priísta, la cada vez más preocupante imposición en candidaturas de quienes han pasado de una diputación federal, a una local; de una local a una senaduría; de un cargo público a otro puesto de elección popular. Y así hasta la eternidad.
El juego de las ambiciones y las soberbias, en todo su esplendor.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
CITA:
Es así que los seis legisladores locales, hoy de MORENA, que anunciaron que emigraban a las filas pejistas, tendrán que ser contemplados en paquete y como negociador de los mismos a Sosa Castelán, quien desata un enfrentamiento abierto y sin cuartel en contra del gobierno de Omar Fayad Meneses, al grado de pretender controlar, por el corto tiempo que aún tiene la actual legislatura, el Congreso del Estado.