RETRATOS HABLADOS

    •    PRI, desprecio a la militancia

    •    MINUTARIO


Pensar que con actos masivos la militancia del Revolucionario Institucional puede perdonar el menosprecio de que fue objeto, parece un camino errado luego de la imposición del ex secretario de Hacienda, José Antonio Meade, como virtual candidato a la Presidencia de la República. Es cierto, pueden divulgarse un sinfín de fotografías con “las fuerzas vivas” del tricolor que arropan al personaje citado, pero a la hora buena las cosas pueden ser muy diferentes.
    La razón es simple: a partir del “destape” de Meade, quedó muy claro para los que creían en la posibilidad de hacer una carrera partidista en el PRI, que tal vez con mucha suerte en algún momento de su existencia pudieran tener la oportunidad de un cargo de elección popular modesto, pero nunca uno de gran responsabilidad.
    Aspirar a la candidatura presidencial desde hace mucho tiempo, ha dejado al margen a la militancia priísta, que existe y hoy como nunca han sido ninguneada, excluida, abandonada, despreciada, hasta ofendida. Porque optar por un no militante, es un mensaje directo a los que toda su vida se han preciado de ser tricolores, en el que les hacen entender que la delgada línea de conexión entre los que ejercen el poder y los que lo sustentan con su trabajo a ras de piso, se rompió de manera definitiva.
    Porque además fue abierto, en plena plaza pública, el acto en que se daba un cachetada a los que estaban ciertos que su participación en las filas tricolores tenía un peso específico, definitorio. En muchos sentidos la hasta hace poco segura nominación del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sin duda un personaje ligado a la militancia por su origen desde lo que se llama “tropa”, encargado en su juventud de tareas humildes pero vitales en todo partido, daba por sentado que el sueño de un priísta de cepa se haría realidad, y con este el de todos.
    Su fallida nominación aireaba en todos sentidos el ejercicio del poder en el Revolucionario Institucional, porque de alguna forma escuchaba la voz de lo que se llama “base”, y que le da sustento.
    Sin embargo fue todo lo contrario. La militancia solo fue llamada para hacer bulto, llenar auditorios y cargar con la matraca para las porras… como siempre.
    La gran diferencia es que esta vez se quedaron a unos metros de ser los actores principales, ya no solo los que rellenan los mítines, y tener la certeza de que si uno de ellos había llegado tan lejos, entonces todos podrían aspirar a esa posibilidad.
    Por muchas razones el triunfalismo del que hoy se hace gala en cada acto ceremonial del PRI, tendrá que enfrentarse con una realidad que dista mucho del mitin preparado, en el que se puede ejercer un control absoluto para que no se cuele ninguno de los que hoy mismo se sienten humillados y ofendidos.
    El poder real siempre ha quedado reducido a un grupo que lo ejerce, lo hereda, lo traspasa a otro de los suyos. Siempre son las mismas familias que se conectan de alguna manera para llevar a uno de sus integrantes a los umbrales de la divinidad.
    La historia no cambia.
    Esta vez estuvo cerca de que finalmente la presidencia con tintes de monarquía, permitiera el ingreso de un plebeyo. Pero no fue así, nunca será así.
    A la par arrecia la campaña en contra de Andrés Manuel López Obrador, y la otra, la que inventa a pasos apresurados la imagen de un Meade carismático, amigo de todos, genio de las finanzas y la economía, el salvador que el país esperaba.
    Por muchas razones se antoja que la historia no podrá ser escrita como la pensaron los que le escupieron en la cara a los que con su militancia, le dan raíz y razón a un partido político como el PRI.
MINUTARIO.- Para el gobernador del Estado, Omar Fayad Meneses, un abrazo solidario por la muerte de su señora madre María Fe Meneses Meneses. Con el deseo de que en la esperanza de la presencia eterna de nuestros seres queridos, encuentre resignación.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    Aspirar a la candidatura presidencial desde hace mucho tiempo, ha dejado al margen a la militancia priísta, que existe y hoy como nunca han sido ninguneada, excluida, abandonada, despreciada, hasta ofendida. Porque optar por un no militante, es un mensaje directo a los que toda su vida se han preciado de ser tricolores, en el que les hacen entender que la delgada línea de conexión entre los que ejercen el poder y los que lo sustentan con su trabajo a ras de piso, se rompió de manera definitiva.

    

    

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