RETRATOS HABLADOS

El fin de absurdos privilegios

 

A lo largo de casi 16 años, el Club Pachuca, o Grupo Pachuca como se han dado en llamar por la numerosa cantidad de empresas que a estas alturas poseen, decidió que no pagaría el servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento que recibían por parte de la CAASIM en el Estadio Nuevo Hidalgo, que no Huracán, hasta que les llegó el estado de cuenta con Fecha límite de pago con la leyenda: “INMEDIATO”.

                Sexenios iban y venían, sin que el poderoso grupo empresarial atendiera los llamados para liquidar un adeudo que crecía y crecía, con la seguridad de que bien podían pasar otros 16 años sin que tuvieran ningún problema.

                Hasta que el pasado lunes, 30 de octubre, acudieron a la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistema Intermunicipales para liquidar los 5 millones 139 mil 953 pesos con 24 centavos, que adeudaban desde que hicieron el más reciente pago, el 13 de diciembre de 2001.

                Está claro que esta acción no fue producto de haber sido iluminados por los santos de la bondad ni mucho menos. El Grupo Pachuca que comandan Jesús Martínez y Andrés Fassi, hizo todo lo humanamente posible para no asumir su responsabilidad como todos lo hacemos en el pago de un servicio como el del agua y alcantarillado, hasta que finalmente cayeron en la cuenta de que viejas tretas utilizadas hasta la saciedad no funcionarían en esta ocasión.

                En una historia sinfín en que se han beneficiado con donaciones de terrenos al por mayor, museos terminados, estadios en comodato, y todo lo que a usted se le ocurra, se les hizo fácil mantener su arrogancia y negarse a pagar algo que cualquier mortal pachuqueño paga puntualmente o le cortan el servicio. Hasta que toparon con pared.

                Por supuesto no son los únicos que se habían mantenido en ese tenor, y que fundamentaban su tendencia a “gorrear” cuanto se pusiera a su alcance, con el argumento de que La Bella Airosa y todo el estado de Hidalgo arribó al progreso mundial gracias a ellos, de tal modo que lo menos que podían hacer las autoridades era consentirlos, no molestarlos ni con el pétalo de una rosa, porque en una de esas se enojaban y se iban a otra plaza donde si los merecieran.

                Por 16 años lograron lo que nadie, bueno, casi nadie: no pagar el agua.

                Sin embargo los tiempos cambian, y pareciera que no por voluntad, sino porque no les quedaba otra, se vieron en la necesidad de ajustarse a las obligaciones que todos, absolutamente todos tenemos.

                El caso del Cándido Gobierno y los Tuzos Desalmados, llega a una conclusión importante, porque es muestra de que llegaron a su fin los tratos preferenciales, y que por fin el rasero es parejo para todos.

                Otros casos de excepción deberán sumarse al señalado, es el de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, cuya deuda histórica supera, ¡los 173 millones de pesos!, y que no solo se niega a pagar, sino que de plano ha impedido la colocación de medidores en sus instalaciones, y por lo mismo es lógico que no haya recibos como exige el rector, Adolfo Pontigo Loyola.

                Deberá entender que la idea de las autoridades universitarias de que están exentas del pago por agua y alcantarillado por un decreto del Congreso Local del 2015, no coincide con la reforma al artículo 115 constitucional, donde se establece que los municipios administrarán libremente su hacienda, y prohíbe que las leyes federales y estatales concedan exenciones en relación con contribuciones como es el servicio de agua potable y alcantarillado.

                Sin duda el caso del Grupo Pachuca es un primer paso para terminar con privilegios absurdos hechos a la medida de poderes fácticos, que deben enfrentar su responsabilidad.

                Es asunto de simple justicia.

Mil gracias, hasta mañana.

 

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta

 

CITA:

Sin embargo los tiempos cambian, y pareciera que no por voluntad, sino porque no les quedaba otra, se vieron en la necesidad de ajustarse a las obligaciones que todos, absolutamente todos tenemos.

                El caso del Cándido Gobierno y los Tuzos Desalmados, llega a una conclusión importante, porque es muestra de que llegaron a su fin los tratos preferenciales, y que por fin el rasero es parejo para todos.

                Otros casos de excepción deberán sumarse al señalado, es el de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, cuya deuda histórica supera, ¡los 173 millones de pesos!, y que no solo se niega a pagar, sino que de plano ha impedido la colocación de medidores en sus instalaciones, y por lo mismo es lógico que no haya recibos como exige el rector, Adolfo Pontigo Loyola.

                               

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