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RETRATOS HABLADOS

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* Resignación a la política

Las elecciones federales que ya se asoman a la esquina, llevan de manera casi mecánica a fomentar todavía más la desilusión existente en el ejercicio político, como vía para atender las necesidades de una población cada vez más incrédula o de plano enemiga de esas alternativas.

 

            En poco ha contribuido la aparición, irrupción es la palabra, de nuevos partidos que sin duda son más fácil de diseccionar en un escenario local como es el de Hidalgo, por la simple y sencilla razón de que conocemos incluso a quienes los dirigen.

            Por supuesto no es asunto de hacer juicios de carácter personal, sí en cambio de la perspectiva de la tarea en la que hoy tienden a presentarse como salvadores del pueblo, así como única y real alternativa.

            Dan risa las campañas de propaganda de los institutos políticos, digamos establecidos, en que simplemente se deslindan de algo que han contribuido a crear. El caso del PAN es patético por el cinismo para no asumir ningún tipo de responsabilidad por los sexenios fallidos de Fox y Calderón, sobre todo este último, que a la ilegitimidad que lo perseguía al tomar posesión como jefe de la nación, se le hizo fácil declarar una guerra absurda que sembró de muertos todo el país.

            Vivir en la irrealidad es el factor crucial que coloca a todos y cada uno de los partidos en un mundo inexistente con el que, según ellos, nada tienen que ver, al grado de presentarse como la única y real opción, cuando ya han sido gobierno con resultados desastrosos.

            Ese es el problema, que nadie asume responsabilidad alguna, que en periodos electorales pareciera que la visión se les nubla y de pronto están ciertos que como ellos nadie para ejercer el poder.

            Hay una crisis dramática.

            El PRI vive quizá uno de los momentos más críticos por un país que simplemente no ha encontrado el rumbo, y por la tendencia facilona a pensar que podrían resolver el estado general de violencia que dejó Calderón en un santiamén. La realidad es totalmente contraria, junto a un panorama económica cada vez más difícil.

            Y ante todo lo anterior aparecen de pronto partidos como el de Encuentro Social, Humanista y Morena, dos con serios problemas para explicar su origen, y el tercero de nueva cuenta con el argumento de que todo está perdido y de nueva cuenta solo hay un personaje para salvar la situación.

            La dura realidad es que por todo lo anterior no hay confianza en la tarea política. Si acaso hay una resignación abierta de la ciudadanía, que mantiene la tendencia a manifestar que el mundo de los políticos es eso, mundo de los políticos, en el que no tienen nada que ver.

             Y sin embargo es, al menos por ahora, el único camino para intentar modificar una realidad cada vez más complicada de entender.

            Mil gracias, hasta mañana.

 

peraltajav@gmail.com

twitter: @JavierEPeralta