Home Nuestra Palabra RETRATOS HABLADOS

RETRATOS HABLADOS

0
  • Oposición sin líderes, ganancia

de pescadores

 

Grave situación vive la oposición en el estado de Hidalgo que simplemente no tiene figuras reales que puedan representarla, y las que hay son relegadas al olvido, o en su caso disminuidas en cualquier decisión de poder.

            Ante esta situación surgen figuras cuestionadas desde su origen, pero que han detectado una carencia de todo liderazgo para asumirlo a la manera de Baldomero Palomares Blanco luego de la muerte, “en el cumplimiento del deber” (en un hotel de paso) del líder sindical Ataulfo J. Barrientos. No han esperado a que el cuerpo se enfríe para protestar y asegurar estar dispuestos a sacrificar juventud, sangre, dinero, “¡todo, todo, todo”, con tal de convertirse en nueva insignia política opositora.

            Somos testigos del surgimiento de personajes hasta siniestros que empiezan a sustituir a quienes durante mucho tiempo llevaron las riendas de los reclamos, los desencuentros con las autoridades estatales, pero que de un modo u otro habían hecho del ejercicio política una posibilidad para evitar confrontaciones.

            La izquierda y la derecha hidalguense de hace algunas décadas simplemente está muerta, y en un proceso al que nadie se ha hecho ajeno, ha sido escondida prácticamente en la última gaveta de los recuerdos.

            Nadie quiere saber nada de ideologías, de reflexiones en torno al fenómeno político, y todos en cambio buscan ansiosamente a quien en el menor tiempo y con el menor esfuerzo rinda frutos palpables, tangibles.

            De lo anterior a las actitudes radicales hay poco trecho, y de este modo observamos que el mejor líder es el que no pierde el tiempo en pláticas negociadoras, “si lo puede arreglar a madrazos”.

            No es asunto de agregarse a un linchamiento mediático, sí en cambio de alertar a tiempo de lo que puede llegar a convertirse un movimiento encabezado por quien está seguro que el mejor camino es el enfrentamiento, la intolerancia y asumir que quien lo critique es su enemigo.

            Es el caso de Cipriano Charrez, alcalde de Ixmiquilpan. Y no hablamos de oídas, sino de hechos concretos en que personal de este periódico ha sufrido en carne propia los desvaríos de este personaje.

            Porque es claro, evidente, que ante líderes opositores cada vez más desdibujados, o de plano decrépitos, quien asumirá el mando es el que hoy por hoy ha sabido aplicar la táctica de que o están con él o son sus archienemigos, y por lo tanto merecerán las consecuencias.

            Al mismo tiempo crece la red de complicidades que otro personaje ha sabido tender a todo lo largo y ancho de la entidad, que lo mismo se infiltra en partidos como Acción Nacional, PRD e incluso Morena. Pocos lo han tomado en serio, y cuando lo hagan va a ser demasiado tarde.

            Lo preocupante es que la ansiosa búsqueda del poder ha dejado de lado la posibilidad de construir un proyecto cierto, amplio para una nueva sociedad en el estado. Es lo de siempre: llegar al poder y después ya se verá lo que se puede hacer.

            Mil gracias, hasta mañana.

 

peraltajav@gmail.com

twitter: @JavierEPeralta