Ser humano para comprender
MINUTARIO
El aparente suicidio de una pareja en un motel de Mineral de la Reforma de la entidad, junto con un colgado en Singuilucan, ilustran en muchos sentidos el camino sin rumbo de una sociedad. Porque si en el primero se trató de una decisión tomada por el hombre y la mujer encontrados bajo al escalera de acceso a las habitaciones, estamos frente la desesperación en su máxima expresión, sin que nadie haya hecho nada por ayudar los hoy difuntos.
Porque el suicidio en ningún sentido puede considerarse como un algo extraordinario o fruto de la locura de quienes lo cometen. Tiene hondas raíces en el olvido de que fueron presa, del nulo interés de sus más cercanos y de la sociedad en general.
Cada día que pasa es evidente que intentamos hacernos ajenos a lo que le pase al vecino, al conocido, en el entendido de que, “al final siempre es mejor no meterse en lo que no me importa”. Y como nada nos importa, luego entonces cada cual debe defenderse de los avatares de la existencia como pueda.
Lamentablemente la historia se ha repetido hasta la saciedad desde hace muchos años, luego que una persona fue asesinado por defender a otro, por ayudar a su semejante o simplemente no dar la espalda a una realidad cada vez más lamentable.
Luego en Singuilucan el cuerpo de un hombre meciéndose de un lado a otro en un puente, sin que hasta el momento se logre conocer lo que pasó con él, si fue asesinado y colgado, o también optó por acabar de mano propia con su existencia.
El resumen del día es preocupante.
Lo será más si descubrimos que el crimen organizado tuvo que ver en alguno de los dos casos.
Lo será más si insistimos en no ver, no oír, no querer enterarnos nada del semejante, “porque así no me arriesgo, porque así no me meto en problemas de manera gratuita”.
Preocupa en todo el sentido de la palabra.
En un mapa tapizado de focos rojos, la posible inclusión de Hidalgo en ese rubro de los estados con una problemática seria en la materia, simplemente nos colocaría en la media nacional.
Pero no debe ser así.
No debemos resignarnos a que éso pase.
Y el primer paso es que abandonemos, aunque sea por un tiempo, la tendencia a olvidar, a creer que el círculo vital de la vida se reduce a los integrantes de la familia, y empezar a creer de nueva cuenta en que todos los habitantes de la entidad son de un modo u otro nuestros hermanos.
Si el origen es un asesinato, un suicidio, por lo menos empezaremos a recuperar la capacidad de sorprendernos, de lamentar la partida súbita de dos jóvenes que tuvieron sueños, pero que por alguna razón concluyeron que todos los caminos se les habían cerrado.
Recuperemos el sentido de humanidad antes que sea tarde.
MINUTARIO.- ALBERTO MELÉNDEZ APODACA, dirigente estatal del PRI, fue uno de los pocos políticos hidalguenses, que supo generar un discurso que regresara a las raíces del tricolor, en el que dirigirse al gobernador como “el primer priísta del estado”, era una constante. Luego empezó la tendencia querer distanciar al gobernante, surgido de ese partido, de su propio origen. De este modo se desechó con quién sabe qué intenciones, el valor específico que otorgaba un Jefe del Ejecutivo al instituto político del que surgió. Meléndez Apodaca optó por retomar las bases de su partido y apuntalar el peso específico de un gobernante, en ese caso Omar Fayad Meneses. Tuvo ese acierto que hoy por hoy lo sitúa en el espacio de los políticos maduros.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPeralta
CITA:
En un mapa tapizado de focos rojos, la posible inclusión de Hidalgo en ese rubro de los estados con una problemática seria en la materia, simplemente nos colocaría en la media nacional.
Pero no debe ser así.
No debemos resignarnos a que éso pase.
Y el primer paso es que abandonemos, aunque sea por un tiempo, la tendencia a olvidar, a creer que el círculo vital de la vida se reduce a los integrantes de la familia, y empezar a creer de nueva cuenta en que todos los habitantes de la entidad son de un modo u otro nuestros hermanos.