¿Qué pasa en Pachuca?
MINUTARIO
La semana pasada fue una de las más trágicas en la historia de la capital hidalguense. Y no, no se trata únicamente de que el número de personas “ejecutadas” presumiblemente por el crimen organizado nos hablen de un clima creciente de inseguridad, sino del sentimiento que empieza a generar entre la ciudadanía, en el sentido de que la situación tiende a empeorar lejos de mejorar.
Es cierto, y en repetidas ocasiones lo hemos mencionado, que Pachuca simplemente ya no podía mantenerse ajena a la ola de violencia que azota al país, más con los vecinos que tenemos, y todavía peor si la única respuesta al hecho es negarlo.
Porque de los delincuentes considerados de poca monta por dedicarse al robo de llantas, automóviles o casas habitación, de pronto nos topamos con asesinatos que hacen evidente un problema relacionado con el tráfico de estupefacientes, y por lo tanto de una verdadera mafia que extiende sus tentáculos a lo largo y ancho de la capital hidalguense.
Algo grave sucede con todo y que empiece a ser utilizada la reflexión de que los crímenes se registran entre los integrantes de los grupos delincuenciales, de tal modo que el daño colateral entre civiles puede considerarse inexistente. Sin embargo el paso para que de pronto nos topemos con la problemática de otros Estados, donde el cobro de “protección” o de piso por parte de los delincuentes es asunto de todos los días, así como los secuestros, extorsiones y asaltos, parece no estar lejano.
No parece razonable achacar totalmente esta nueva y patética realidad a la alcaldesa Yolanda Tellería Beltrán, porque con todo y las torpezas que ha cometido, o a las que se ha visto orillada a cometer por la presión creciente de su cónyuge, es evidente que la situación no pudo generarse en tan poco tiempo.
Está claro sin embargo que decisiones mal tomadas en materia de seguridad, así como el olvido de la responsabilidad para la que fue electa, que es gobernar, han derivado en que la situación en la materia sea cada vez más preocupante.
Pachuca ha empezado a dejar de ser el territorio del país con mejores condiciones de vida por su seguridad, sin que lo anterior deba traducirse en una situación de pánico, porque aún hay tiempo de impedir que lleguemos al momento en que ya no hay retorno.
Una vez más habremos de insistir que el primer paso que deberá darse es reconocer la magnitud del problema, sin despreciar la preocupación creciente de la ciudadanía, y mucho menos los hechos en que una persona es robada luego de ir al cajero automático del banco, o bien su casa es visitada por los amantes de lo ajeno a plena luz del día, entre otras lindezas.
Mucho menos con los últimos casos en que parece casi evidente que el crimen organizado empieza a cobrar afrentas.
Por todo lo anterior como nunca será de importancia vital que la presidenta municipal, Yolanda Tellería, mantenga su sentido común de hacer las cosas y pida en todo momento el apoyo del gobierno estatal, que a su vez no deberá dudar en alertar a la Federación si la situación se complica aún más. Alerta que por consecuencia permitirá la presencia de elementos de las Fuerzas Armadas para frenar el primer incendio que se intenta generar.
Pachuca debe mantenerse como una de las pocas capitales del país, todavía con una escasa presencia del crimen organizado.
MINUTARIO.- NUVIA MAYORGA DELGADO, directora general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, se perfila como una pieza clave en los tiempos por venir a nivel nacional, pero también estatal. La funcionaria federal ha crecido sin duda alguna en presencia y una franca capacidad para hacer frente a retos de todo tipo. Será parte fundamental del equipo de campaña del virtual candidato presidencial priísta, Miguel Ángel Osorio Chong, pero también una opción para Hidalgo en caso de que así sea necesario.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPeralta
CITA:
Es cierto, y en repetidas ocasiones lo hemos mencionado, que Pachuca simplemente ya no podía mantenerse ajena a la ola de violencia que azota al país, más con los vecinos que tenemos, y todavía peor si la única respuesta al hecho es negarlo.