RETRATOS HABLADOS

* OFM-JMK: el estilo personal de gobernar

Algo o mucho me recuerda el estilo personal de gobernar que ya empieza a mostrar el gobernador Omar Fayad, al de Jesús Murillo Karam.
    El realmontense gustaba de la plática directa con la ciudadanía, no se diga con los periodistas, a quienes incluso llevaba con singular habilidad al terreno en que empezaban a pensar si algunas de sus decisiones no eran fruto del consejo que les había sido solicitado.
    En esos años secretario de Educación Pública, luego Procurador General de Justicia, el hoy Jefe del Ejecutivo estatal logró destacarse entre un grupo de treintañeros  por un don natural para hacer política, esa que a través del diálogo y la reflexión llevaba a conclusiones, quizá los atributos que más valoraba y valora Murillo Karam.
    Alguna vez me tocó volar en helicóptero con los dos a la Huasteca, un aparato sin instrumentos, es decir sin radar, y con la neblina totalmente cerrada y la nave sube que sube sin que se disipara ese blanco que rodeaba. El entonces gobernador le comentó a Fayad Meneses: “en cualquier rato topamos con hueso”. “Hueso” era estrellarse contra un cerro.
    Los dos rieron, no sé si con gusto, nervios, pero de un modo u otro el simple comentario despreocupado de pronto terminó con el nerviosismo, lo que coincidió cuando el helicóptero pareció que brincaba sobre un gigantesco colchón de algodones.
    Murillo Karam tuvo como principal atributo una capacidad asombrosa para analizar de manera instantánea una realidad, y tomar decisiones. Algo que hubiera llevado tal vez semanas de evaluaciones, lograba sopesarlo y casi siempre decidir de manera acertada.
    Su destino era ser reconocido como el ideólogo más importante que haya tenido el PRI, y ser parte fundamental de su refundación. Lo que sucedió en la PGR y Ayotzinapa, estoy seguro, tarde o temprano tendrá que ser evaluado con inteligencia y no producto de una coyuntura terrible en que le tocó asumir responsabilidades sobre acusaciones sin fundamento.
    Tal vez el error de análisis que cometió fue aceptar ser Procurador, en tiempos donde la verdad importa tan poco, sí en cambio el ánimo de linchamiento que todos traen como pistoleros con su celular desenfundado y las redes sociales como balas.
    Fayad Meneses tuvo esa escuela, la del ex mandatario hidalguense, quizá la más importante y de nivel que haya existido no solo en la entidad sino el país.  Es por ello un político que sabe hacer política.
    Son otros tiempos sin duda, pero la buena enseñanza siempre se impone.
    Por lo mientras el que se le vea caminar por todos los corredores y oficinas de Palacio de Gobierno es un buen signo. Más lo serán las audiencias públicas, las giras a ras de piso por la Huasteca, las pláticas con el panadero de San Felipe.
    Al final de cuentas el ciudadano busca con ansiedad ser escuchado como un primer signo de que puede haber solución a sus problemas. Y es cierto, puede que cada una de las peticiones se repitan hasta la saciedad, pero si un pueblo se siente por lo menos escuchado, ya es un avance notable, vital.
    Por eso le decía que en algo, o mucho, el estilo personal de gobernar de los dos personajes puede asemejarse.
    Gobernar no solo de cara al pueblo, sino a su lado, lo agradece la ciudadanía, y lo agradece de corazón.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPeralta

CITA:
Al final de cuentas el ciudadano busca con ansiedad ser escuchado como un primer signo de que puede haber solución a sus problemas. Y es cierto, puede que cada una de las peticiones se repitan hasta la saciedad, pero si un pueblo se siente por lo menos escuchado, ya es un avance notable, vital.

     

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