- El terror de los impuestos
- MINUTARIO
Algo preocupante sucede cuando el organismo encargado de cobrar impuestos en el país adquiere una presencia inusitada en los medios de información, de tal modo que su titular con nombre de filósofo griego aparece por todos lados para terror de los que tienen cuentas pendientes con el dichoso SAT.
Porque si algo duele a la ciudadanía en general es pagar impuestos, con todo y que sea parte del pacto social para que los gobierno cuenten con recursos para la realización de obras.
Y la historia es tan antigua como el propio filósofo del que heredó el nombre quien dirige el Sistema de Administración Tributaria. Historia que se ha nutrido de manera permanente con la desconfianza a todo y nada.
Es decir que muchos de los que sea en cheque, transferencia o lo que tengan a la mano pagan puntualmente los diferentes impuestos que hoy en día existen, juran y perjuran que el destino que se les habrá de dar no es nada claro.
Todavía peor cuando se enteran que los monstruos del poder económico, año con año reciben quitas en el monto de lo que deben.
Algo sucede si de pronto por todos lados el perfil de don Aristóteles aparece.
De por si temerosos muchos de los mexicanos a lo que pueda venir en el futuro inmediato, el asunto se pone peor si el cobrador es todo un personaje de los medios.
Luego la crisis, los anuncios de recortes a diestra y siniestra, el petróleo que se va al fondo del abismo, el futuro que se pone más negro que nunca.
Y para acabarla de amolar un millonario gringo de nombre como el pato de Disney, es decir Donald, hace un llamado a no invertir en el país porque está enojado con lo que dijo Iñarritu.
Es decir que ya con la primavera a la vuelta de la esquina, pareciera que al calor se sumará una onda de terror pero fiscal.
Mejor que lo agarre confesado.
- MINUTARIO.- Insisto que llamen a presidir el Comité Ciudadano para el Centro Cultural de Pachuca, al siempre bien recordado Zenaido Meneses. Él sí sabe cómo hacer las cosas, y para muestra basta lo que fue el legado que dejó en el estacionamiento del Reloj Monumental, obra que ahora la modernidad pretende acabar. El espíritu oloroso del lugar se va a perder, y nadie dice nada.
Mil gracias, hasta mañana.
twitter: @JavierEPeralta