● Frivolidades que hieren a la ciudadanía
Pocas veces un gobierno presidencial había tenido tanto lastre trabado en su estructura que amenazara con echarlo a pique sin remedio alguno, como el del Presidente Peña Nieto. Lastre, lo más grave, identificado con frivolidades llevadas a un exceso mayúsculo, y hablamos del nuevo episodio de inmuebles exorbitantemente lujosos puestos a disposición de la Primera Dama del país.
Parecería algo enfermizo en una situación tan complicada como la que vive México, exacerbar los odios con la presunción de que existen departamentos en Miami, que una firma habría entregado en comodato a la esposa del Jefe de la Nación, por haberse visto en el futuro beneficiada con exclusivos contratos millonarios otorgados por el gobierno federal.
Casi de manera inmediata a la revelación del periódico británico “The Guardian”, se generó una respuesta a través de redes sociales, en las que por enésima ocasión, el régimen priísta fue juzgado y sentenciado, y puesta a la vista como alternativa una nueva alternancia panista.
Es decir que pareciera no entendemos nada de las enseñanzas de una historia inmediata, y por el contrario insistimos en dar por verdaderos nuestros miedos ante diablos inventados, y damos vuelta hasta el infinito a la noria en el pozo.
La noticia llegó en un momento crítico para el país, cuando incluso las esperanzas olímpicas han resultado un fiasco, y día con día se observa más enredado el conflicto magisterial, del que todos sacan provecho ante una autoridad cada vez más presa del naufragio.
Resulta ser, al final de cuentas, que una de las pocas contribuciones de la información masiva y no pocas veces repetitiva de la internet, es que por lo menos la clase política paga con vergüenza y ninguneos, los excesos que antes cometían sin que nadie se diera cuenta.
Y el hecho sustancial, es que hay personajes de la vida política que no pueden vivir si han sido presa del escarnio de las redes sociales. Les duele, les lastima, igual que les funcionó como parte de una estrategia para llegar al poder.
Como nunca la máxima Juarista: “Bajo el sistema federativo los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad; no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes; no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado”, tiene una vigencia absoluta.
Parece un absurdo que cuando el asunto de la Casa Blanca empezaba a disolverse en la memoria del tiempo perdido, surja ahora el departamento de Miami. Pareciera que a toda costa buscan ponerse como objetivo del tiro al blanco.
Y todo lo anterior, como pocas veces, debe ser base fundamental en la política hidalguense.
La ciudadanía ha llegado a un punto de quiebre preocupante, donde deben cuidarse todos los aspectos de una administración.
No son épocas para simulaciones.
La cruda realidad amenaza a todo el país, fastidiado de esperar, de ser paciente, de resignarse incluso a la historia eterna en que unos tienen y otros, muchos, no.
Y son hechos tan frívolos, tan patéticos como el asunto Miami, los que a veces detonan el enojo, la rabia. Porque simplemente dan pie a pensar que, después de todo, siempre hemos vivido en una simulación absurda.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPeralta
CITAS:
Como nunca la máxima Juarista: “Bajo el sistema federativo los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad; no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes; no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado”, tiene una vigencia absoluta.
