* Alianza cuajada, que no cuajó
Es de esperarse que de un momento a otro, uno de los dos candidatos a la gubernatura de Hidalgo, José Guadarrama del PRD, o Francisco Javier Berganza del PAN, anuncien su declinación para favorecer al otro, y de este modo dar vida -en las postrimería de las campañas-, a una “Alianza de Facto”, que a estas alturas ha perdido razón de ser, y sí en cambio sólo provocará una enorme confusión de sus potentes votantes, que podría traducirse en un caudal de votos anulados.
Luego que la semana pasada la dirigencia de los dos institutos políticos señalados, dieron a conocer que finalmente concretarían una alianza, es el momento en que tanto panistas como perredistas se preguntan en qué parte de la negociación van las pláticas Guadarrama-Berganza, toda vez que pareciera el asunto estaba decidido por sus líderes partidistas.
En tanto aparecen las primeras denuncias por guerra sucia para detener lo que llaman, “meteórica carrera hacia el triunfo”, del abanderado panista, quien habría sido ligado al crimen organizado mediante la suplantación de un despacho del portal de la revista Proceso, que de tan rudimentario despertó de manera inmediata sospechas sobre un posible “autogolpe”.
Los propios despachos contratados para estas tareas, tanto del PAN como PRI, PRD y los que tienen dinero para pagarlos, levantaron la voz para deslindarse de tan pobre acción que, dijeron, “desprestigia nuestra labor despristigiadora”, al tiempo que señalaron que ni un principiante en estos menesteres hubiera recurrido a tan primitiva forma de querer hacer pasar una nota de Proceso como propia de la revista.
“Da vergüenza” la presentación, redacción y difusión de la nota apócrifa, destacaron.
No descarte tampoco la posibilidad de que en las siguientes horas se informe de un “atentado” contra alguno de los dos que siguen en la tarea de pensar y repensar la declinación, aunque algunos se inclinan a descartar al profesor Guadarrama, que pese a todo conserva ciertos principios éticos en el ejercicio de la política.
También, en este escenario de comediantes, resulta que Acción Nacional se dio cuenta hasta estos momentos, que Roxana Montealegre, a quien llevaron al cargo de regidora por Pachuca, solo responde a un interés que se llama Gerardo Sosa Castelán, quien le ordenó anunciar su apoyo a la candidatura para el gobierno municipal del candidato de Movimiento Ciudadano, Antonio Mota, y no solo darle la espalda a Yolanda Tellería, sino exigirle que decline a favor del abanderado universitario.
Está claro que no descubrieron semejante traición hace apenas unas horas. De ninguna manera. Porque no ha sido solo Montealegre a la que le han prestado sus colores para un cargo de elección popular. Ha sido una constante, y para muestra está el hermano del líder máximo del Grupo Universidad.
Amenazar ahora con expulsar a Roxana porque sirve a las órdenes de su jefe Sosa, es un acto de hipocresía y cinismo absoluto. Tanto el personaje citado los utilizó, como ellos se dejaron utilizar por alguna ganancia.
Total, un mar de conveniencias, de acciones con muy poca vergüenza, y al final de cuentas la llegada a los comicios del mes de junio con una carga pesada en todos sentidos.
En tanto la dichosa Alianza de Facto no había cuajado hasta las 20 horas de ayer. Algunos dan por hecho que José Guadarrama será quien decline, pero eso sería tanto como aceptar que, efectivamente, fue una negociación más de tipo económico, que el convencimiento de que aportaba con su acción casi heroica, al desarrollo de la democracia hidalguense.
Sí, seguro.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
twitter: @JavierEPeralta
CITA:
En tanto aparecen las primeras denuncias por guerra sucia para detener lo que llaman, “meteórica carrera hacia el triunfo”, del abanderado panista, quien habría sido ligado al crimen organizado mediante la suplantación de un despacho del portal de la revista Proceso, que de tan rudimentario despertó de manera inmediata sospechas sobre un posible “autogolpe”.
