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RETRATOS HABLADOS

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* Semana de guerra sucia

 

La guerra sucia en todo su apogeo podrá observarse en estos últimos días de campaña en el estado de Hidalgo. A lo anterior ya se suman acciones que solo pueden ser entendidas en un escenario de absoluta desesperación por parte de partidos y personeros, que de plano han decidido echar mano de lo que sea con tal de apuntalar candidaturas que simplemente no lograron despegar en ningún momento.

            El primer caso es la declinación que en las siguientes horas deberá hacer el candidato a gobernador panista, Francisco Xavier Berganza Escorza, a favor del perredista, José Guadarrama Márquez, o viceversa, no tanto porque uno de los dos vaya más adelante en las encuestas, sino la ganancia que se pueda obtener en negociaciones.

            Xóchitl Gálvez, ex aspirante a la primera magistratura estatal, con todo y que cada una de sus opiniones deben ser tomadas con la mayor cautela del mundo, señaló que ya era tarde por una “alianza de facto”, además de precisar que el votante ve con recelo este tipo de acciones.

            Sin embargo la declinación de Berganza o Guadarrama se dará esta semana, seguramente dentro de un montaje escénico en que se hable de sondeos hechizos de opinión, que les da una supuesta victoria contundente “e irreversible”, aunque la realidad sea totalmente puesta.

            La lucha de ambos ya no es por competir, sino enturbiar en la medida de lo posible la elección del 5 de junio, e impulsar que el Instituto Nacional Electoral “atraiga” los comicios, así como darse a la tarea de generar supuestos atentados en contra del cantante, y llevar al terreno judicial la elección que dieron por perdida prácticamente desde que la campaña empezó.

            Pocas veces hemos sido testigos de una oposición tan mezquina en todos sentidos, al grado de negarse sistemáticamente a conformar una verdadera alianza, producto del protagonismo y actitudes convenencieras de cada uno de sus integrantes, y en esto destaca el papel de esquirol que protagonizaron tanto Guadarrama, como Berganza y un personaje que decidió indagar simplemente el terreno para luego darle la espalda, y es el caso de Gerardo Sosa Castelán.

            Y el caso de este último personaje es interesante.

            Pachuca, que ya daba por segura con la candidatura de Antonio Mota a través del partido contratado, Movimiento Ciudadano, le ha resultado hasta el momento un fiasco, todavía peor después de un debate en que pensó que con el perfil académico de su candidato, lograría un triunfo holgado.

            No fue así.

            El papel de Mota resultó poco menos que patético, y es evidente que lograron una ventaja amplia la candidata priísta, Mirna Hernández, y el independiente, Julio Menchaca. De la panista, Yoli Tellería, mejor ni hablar.

            Ante lo anterior giró órdenes inmediatas a su regidora “panista”, Roxana Montealegre, para que anunciara que se unía a la campaña de Toño Mota, además de pedir la declinación de la abanderada blanquiazul.

            Así las cosas observamos una pulverización absoluta del voto en la capital hidalguense, además de un experimento que pudiera ser calificado de fallido para el líder del Grupo Universidad, si no es que hay mar de fondo como se acostumbra en los asuntos políticos.

            Confiado en el voto corporativo universitario, Sosa Castelán parece estar muy seguro que estudiantes, profesores, investigadores y personal administrativo, lograrán que consiga los objetivos seleccionados. Sin embargo el sueño de convertirse en poder a través de los que ya denominaba “sus presidentes municipales y diputados”, parece que empieza a desmoronarse.

            Y por supuesto, el plan B, de una Guerra Sucia a diestra y siniestra, empieza a ser considerado, no sólo por el personaje anotado, sino las huestes más radicales del panismo.

 

Mil gracias, hasta mañana.

 

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

twitter: @JavierEPeralta

 

CITA:

            La lucha de ambos ya no es por competir, sino enturbiar en la medida de lo posible la elección del 5 de junio, e impulsar que el Instituto Nacional Electoral “atraiga” los comicios, así como darse a la tarea de generar supuestos atentados en contra del cantante, y llevar al terreno judicial la elección que dieron por perdida prácticamente desde que la campaña empezó.