Home Nuestra Palabra Javier Peralta RETRATOS HABLADOS

RETRATOS HABLADOS

0

* Un viejo edificio de roca

 

He visto seis ocasiones el mismo rito, la transfiguración de una persona, el pasado que se queda en eso, y el futuro que, quien recibe los plenos poderes, es otro, simplemente otro. Se trata de idéntico ceremonial, y sin embargo siempre sorprende. 

            -¿Desde hace cuánto tiempo que lo hemos visto? Le pregunté al compañero periodista Leonardo Herrera, luego de abandonar la Plaza de Toros “Vicente Segura” de Pachuca, donde Omar Fayad Meneses rindió juramento como candidato del Revolucionario Institucional a gobernador de Hidalgo.

            -¡Tantas Javier, tantas veces!

            Descubro que con puntualidad, a veces inglesa, quienes desde hace más de 30 años hemos sido testigos de estos ritos mágicos, nos vemos únicamente en el funeral de algún compañero, en informes, tomas de posesión o investidura de quien más temprano que tarde será gobernador de la entidad.

            En otras ocasiones celebramos la ocasión de tundirnos unos a otros en las redes sociales, en esta historia interminable donde cargamos con el ego propio de los políticos, pero sin serlo. A lo mejor es un raro contagio que todos, cuando menos nos damos cuenta, ya padecemos, sin retroviral en las farmacias que nos ayude a curarnos.

            Sin embargo ocurre que incluso el sol adquirió matices naranjas cuando la cohetería cubrió el cielo, y entre nubes de humo corrió de un lado a otro, en compañía de cinco drones que nunca se cansaron de pulular como abejas embravecidas en las cabezas de matraqueros petroleros, y las fuerzas vivas del tricolor.

            La famosa ley del péndulo, como cuando de un don Adolfo Lugo Verduzco, ceremonioso, dueño de toda la calma del mundo, pasamos al sexenio, casi sexenio, construido a fuerza de vuelos rasantes de helicóptero entre cañadas de Jesús Murillo, de un vivir la política como si fuera cosa de que el mundo se fuera a acabar.

            Cada cual tiene su estilo particular de hacer las cosas. Unos gustan más que los otros, otros son más efectivos cualquiera que fuera la forma de llevar el mando. No hay sexenio que se parezca al otro, a veces en nada.

            Omar Fayad Meneses arrancó su toma de protesta al más puro estilo torero, es decir, “partiendo plaza”, y por esto se debe entender que la dio una vuelta exacta a la Vicente Segura, antes de que cualquier otra cosa pasara. Amenazó con tirarse a la multitud que lo vitoreaba, abrazó, estrechó manos, se tomó selfies con quien lo pidió, les dijo que lo llamen como siempre, nadamás por “Omar”, sin añadir títulos nobiliarios de ninguna especie.

            De paso, para que nadie empezara a tener malos pensamientos, aclaró que las candidaturas del PRI, que ya vienen para alcaldes, no se habrán de ganar por compadrazgos, amiguismos o dedazo, y esta fue la primera, primerísima acción en el ejercicio del poder que ya empezó a arrebatarlo de las tierras mortales, como el Día de Pentecostés cuando los discípulos reciben poderes únicos del mismo cielo.

            El poder reunido en el presidum gigantesco que miraba al templete giratorio. Poder real en un ex gobernador como Jesús Murillo, en un secretario de Gobernación, que por supuesto es Miguel Ángel Osorio. Poder casi en las manos en el que poquito abajo paladeaba, se diría que saboreaba este primer encuentro con el sueño de todo político.

            Quién no recordaría la frase de Frank Underwood de “House of Cards”, porque sólo así se puede entender el atractivo que eternamente habrá de tener un evento en que se aplica sin reservas el rito de la transfiguración en plena plaza pública, o de toros que es lo mismo.

            Cito: “qué desperdicio de talento. Él eligió el dinero en vez del poder, un error que casi todos cometen. Dinero es la gran mansión en Sarasota que empieza a caerse a pedazos después de diez años. Poder es el viejo edificio de roca que resiste por siglos. No puedo respetar a alguien que no entiende la diferencia”.

            Y ayer, sin duda, vimos la colocación de los cimientos de lo que en el futuro será un edificio de roca. Ayer, ante nuestros propios ojos, frente a nuestras narices.

 

Mil gracias, hasta mañana.

 

peraltajav@gmail.com

twitter: @JavierEPeralta

 

CITA:

            Cada cual tiene su estilo particular de hacer las cosas. Unos gustan más que los otros, otros son más efectivos cualquiera que fuera la forma de llevar el mando. No hay sexenio que se parezca al otro, a veces en nada.