RETRATOS HABLADOS

* Influenza, informar es la alternativa

 

El repunte de casos de influenza en la entidad, o de enfermedades respiratorias con el perfil del mal citado, ha generado una reacción para estos momentos polarizada, entre quienes urgen a declarar un estado de emergencia por lo que se adelantan a calificar como una verdadera epidemia, y quienes insisten que la situación puede considerarse “normal”, toda vez que el número de casos registrado era el que estaba previsto.

            No pasa día sin embargo, sin que nos enteremos que alguien a quien conocemos por nombre y apellidos, no cifra de estadística, se encuentra hospitalizado con un cuadro grave de neumonía, amén de la saturación de consultas médicas en clínicas del IMSS y del ISSSTE por males respiratorios.

            Difícil resulta olvidar el escenario de alarma generalizada que se presentó hace ya algunos años, cuando se catalogó como pandemia la aparición de la influenza en tierras mexicanas, y que obligo a cerrar escuelas, prohibir saludos de mano y beso, y prácticamente llamar a evitar reuniones con más de 20 personas.

            Entonces, como ahora, se presumió que el gobierno ocultaba algo, para lo que generó una “cortina de humo” con lo que calificaron como una enfermedad ficticia.

            Ahora el cuestionamiento es al revés. Es decir que las autoridades de nueva cuenta ocultan algo al no dar la señal de alerta, por lo que consideran una casi epidemia.

            En ambos casos los responsables de la salud de los hidalguenses pueden incurrir en una grave irresponsabilidad. Me explico: si por pecar de precavidos dan la señal de alarma, con todo y que los datos duros les precisan que no es tal la situación, solo generarán un clima de terror entre la ciudadanía y la paralización de casi todas las actividades. La crítica no se hará esperar para calificarlos de alarmistas, y el señalamiento de que seguramente algo intentaban ocultar atrás de la “cortina de humo”.

            Si por el contrario pecan de estadísticos y se atienen a las proyecciones que exigen cierta cantidad de contagiadas para hacer una declaratoria de emergencia, el efecto puede ser el mismo, y mucho peor si de pronto se registra un repunte en los contagios, que poco atenderán las explicaciones matemáticas que se intenten hacer para justificar una actitud tibia.

            Ante lo anterior no hay otro camino que escuchar la opinión y explicación de quienes consideramos expertos en materia de epidemiología, que seguramente habrán adquirido un conocimiento más claro del asunto en la pasada contingencia, y por lo tanto pueden orientar en términos reales a los ciudadanos.

            Expertos que pueden ser del ámbito oficial, pero también de instituciones privadas y de la sociedad civil. Pero expertos en la materia, no epidemiólogos hechizos, o de quienes obtienen conclusiones muy particulares a partir de deducciones del mismo corte.

            Y en todo este escenario por supuesto que debe ser escuchada la sociedad, a través de quienes han adquirido la capacidad de ser su voz pública, y que de frente a cualquier contingencia dan la cara.

            El asunto dará para más por supuesto. Para estos momentos las redes sociales se saturan de personajes anónimos que dan por sentado que se trata de toda una confabulación del gobierno para ocultar la verdad de “la tragedia”, con tal de proteger sus intereses electorales.

            El cierre de escuelas privadas por decisión de sus directivos, es un mal mensaje que no pocos asumen como reacción en automático, “porque al ser instituciones donde van puros hijos de ricos, seguramente tienen información privilegiada”.

            Bajo ninguna circunstancia puede dejarse ni la más mínima sospecha de que lo anterior pudiera ser real, porque en un escenario de emergencia, sería tanto como haber dado un salvoconducto para la salud a unos cuantos. No creo, sinceramente, que esta posibilidad pudiera plantearse en ninguna circunstancia.

            Urge pues una intensa campaña de información, clara, objetiva, detallada, de lo que hoy vive el estado con el tema de la influenza. A nadie en su sano juicio, puede caberle en la cabeza que alguien ganaría algo si se dedica a ocultar una realidad que, tarde o temprano, saldría a la luz pública. Ni espanto ni alarmas. Simplemente información.

 

Mil gracias, hasta mañana.

 

peraltajav@gmail.com

twitter: @JavierEPeralta

 

 

CITA:

            Urge pues una intensa campaña de información, clara, objetiva, detallada, de lo que hoy vive el estado con el tema de la influenza. A nadie en su sano juicio, puede caberle en la cabeza que alguien ganaría algo si se dedica a ocultar una realidad que, tarde o temprano, saldría a la luz pública. Ni espanto ni alarmas. Simplemente información.

           

           

           

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