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RETRATOS HABLADOS

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* PAN, la militancia no importa

 

La postulación del cantante Francisco Xavier Berganza Escorza, como candidato de unidad panista al gobierno del estado, hace ver un fenómeno que se creía invento de mentalidades retorcidas, pero que es un hecho en el terreno de las realidades: los partidos políticos están dispuestos a jugar tiros de tres bandas aun a costa de la militancia de entidades como la de Hidalgo.

            Es decir, darle la candidatura no al mejor prospecto para una participación real el próximo mes de junio, sino al que pueda ensuciar más los comicios, incluso llevarlos a extremos graves mediante todo lo que tenga a la mano, donde por ningún motivo debe ser descartado un auto secuestro, auto atentado y por supuesto auto sabotaje.

            Tal vez por su historial como histrión reconocido, al menos en la empresa Televisa, donde alternó con la insigne Lucero, Berganza Escorza fue impuesto al panismo hidalguense por el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, para llevar a cabo no una campaña política rumbo a la gubernatura de Hidalgo, sí en cambio aplicar una estrategia bien delineada que pudiera llenar de lodo la elección más importante del estado, tierra natal del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

            Hacer responsable de lo que pueda pasarle a él a su familia al gobierno estatal y al titular de la política interior del país, aún antes de que empiecen las campañas políticas, y sabedor de poseer un bajísimo perfil que no le garantizaría ni la alcaldía de Tulancingo, el ex cantante sabe bien el papel que le fue encomendado, y está dispuesto a cumplirlo al pie de la letra.

            Será obligación de las autoridades disponer de personal necesario, no para cuidarlo de algún atentado, sino evitar a toda costa que lleve al extremo su mascarada con un ataque ficticio a su comitiva, en el que venturosamente saldrá ileso, tal vez raspones o hasta algo más grave si es necesario y hacer creíble la farsa.

            El personaje de marras no tiene escrúpulos de ningún tipo para llevar a buen fin el objetivo que le fue encomendado, dentro de un plan retorcido para asegurar un camino sin problemas a su mentor, el mandatario poblano.

            Está claro que nadie puede espantarse, ni mucho menos, por los recursos que ha decidido tomar Acción Nacional rumbo al 2018, pero sí resulta lamentable que los militantes panistas que en algún momento asumieron en serio la ideología blanquiazul, y el ejemplo es Daniel Ludlow, hayan dado su visto bueno a esta puesta en escena, y todavía peor avalar a un sujeto como Berganza Escorza, que ni representa a su partido, ni a la oposición, ni nada.

            No estamos pues ante un líder carismática como en su tiempo sí lo fue José Guadarrama. Mucho menos un verdadero opositor del régimen priísta, del que obtuvo muchos y suculentos favores en tiempo pasados.

            Estamos ante un verdadero engendro de la política de nuestros días, siempre ligado al beneficio económico, ciertamente similar a muchos otros que conocemos en todos y cada uno de los partidos políticos, pero con la cara dura para presentarse como el casi revolucionario que viene a castigar a los que agrede al pueblo, que da por hecho él representa.

            El panismo debiera decretar tres días de luto, porque el difunto son ellos mismos, al aceptar ser protagonistas de unos de los capítulos más negros en toda su historia, en el que si bien la justificación puede ser retomar la Presidencia de la República, no es posible que lo hagan con las herramientas más sucias y patéticas que hayan llevado a la pelea.

            Una lástima y un abrazo solidario para los que dieron origen al Partido Acción Nacional real y verdadero, que algún día existió en Hidalgo, hoy en manos de trapecistas que dominan el salto mortal y sin red de protección.

 

Mil gracias, hasta mañana.

 

peraltajav@gmail.com

twitter: @JavierEPeralta

           

 

CITA:

            El panismo debiera decretar tres días de luto, porque el difunto son ellos mismos, al aceptar ser protagonistas de unos de los capítulos más negros en toda su historia, en el que si bien la justificación puede ser retomar la Presidencia de la República, no es posible que lo hagan con las herramientas más sucias y patéticas que hayan llevado a la pelea.