- Nueva Casa de la Mujer Hidalguense, nuevos futuros , nuevos destinos.
- MINUTARIO
Pocas obras a lo largo de un sexenio político, merecen el calificativo de transformadoras en todo el sentido de la palabra. Serán, algunas, espectaculares, dignas de elogio en el terreno de la ingeniería civil, en el del traslado de personas de un lugar a otro, pero solo unas cuantas cambiarán de manera real el destino de un nutrido número de jovencitas, de mujeres.
La nueva Casa de la Mujer Hidalguense tiene, desde estos momentos, ese calificativo, porque en la existencia de la mayor parte de sus alumnas, la historia particular será una, hasta antes de ingresar a ese centro de estudios, y otra, después.
En un país plagado por noticias y realidades terribles, que casi por necesidad llevan al pesimismo, es vital reconocer lo que se observa como un trabajo serio, profesional para dar vida a esta institución que había funcionado durante más de cinco décadas en los altos de los portales de la Plaza Juárez.
Se trata de un acto de elemental justicia para las mujeres hidalguenses, pero también de un compromiso serio con su futuro. No es retórica insistir que solo a través de la educación es posible que se cambien de manera radical destinos que se pudieran haber creído definitivos, sin remedio.
Toda una generación modifica su futuro de manera definitiva, cuando alguno de sus integrantes logra acceder a una preparación, cualquiera que sea su nivel, por la simple y sencilla razón de que tienen la posibilidades de asomarse a futuros más esperanzadores.
Sin ninguna herramienta para siquiera aspirar a una mejor vida, existen una tendencia fatal a repetir los esquemas en que las jovencitas crecieron, y a los estudios secundarios truncos generalmente sucede una unión libre que a su vez repite la historia con hijos o hijas de por medio, y así hasta la eternidad.
Lo anterior se rompe de manera definitiva cuando la jovencita logra concluir su secundaria, una preparación de nivel técnico o el bachillerato. El futuro empieza a existir casi de manera mágica.
Por eso da gusto asistir a eventos como la inauguración de la nueva Casa de la Mujer Hidalguense, escuchar a una de sus alumnas de nombre Estefanía Segura con un discurso intenso, pleno de emoción, digno y con un manejo de escena que seguramente no pocos de los que hoy aspiran a una diputación federal le envidiarían.
Da gusto porque en hechos concretos es posible asomarse a la construcción que cada una de las jovencitas hace de su destino, y sin duda es un destino nuevo, generoso, como el que se merecen.
Nadie desconoce que se trata de una de las obras que impulsó con más cariño la señora Lupita Romero Delegado, y por ello es preciso destacarla, porque pocos trabajos son tan abiertamente alejados del asunto político, y simplemente responden a una necesidad sentida de quienes hoy, estoy cierto, ven con mejores ojos su futuro.
Me dio gusto estar presente, porque dentro de todo el mar de complicaciones que vive el país, pudimos ser testigos de que al menos para un nutrido grupo de jovencitas, lo que venga les pinta bien, fruto de la educación que hoy mismo reciben en una casa de estudios que sin duda alguna merecen.
El optimismo puede nutrirse a partir de una obra como la anotada.
- – Mireya Borrego es la nueva titular de la Dirección de Comunicación Social de la Secretaría de Gobierno del estado. Además del afecto que siempre le hemos tenido, Mireya es una mujer preparada académicamente. Sin embargo ha sido su don de gentes, su trato amable y respetuoso, el que le ha valido el afecto de una inmensa mayoría de comunicadores. Sin duda será pieza clave en la gestión de Salvador Elguero, por la simple y sencilla razón de que conoce a la perfección su campo de trabajo, la conocemos y respetamos su trabajo ya en varias dependencias donde se ha desempeñado. Un acierto su nombramiento.
Mil gracias, hasta mañana.
twitter: @JavierEPeralta