* ¡Llévenlo al baile!
A pocas semanas ya de que el Revolucionario Institucional decida de manera extra oficial el nombre de su candidato, o candidata, al gobierno del estado de Hidalgo, circulan una enorme cantidad de rumores en torno a eventuales fracturas, que de entrada descartan la imagen del “piso parejo” para todos los que hoy en día aspiran y suspiran por la nominación.
Cualquiera que sea la veracidad de las versiones, se comprueba que el principal enemigo a vencer por los priístas, son los propios priístas, ante una oposición que espera paciente a que uno de los que reciban la infausta noticia de que no fueron seleccionados, decida caminar bajo otros colores, o con la figura decorativa de “independiente”.
De palabra por supuesto que cada uno, y cada una, juran y perjuran que acatarán la decisión final y trabajarán porque la candidatura sea de unidad. Con el ceño fruncido o con la risa en los labios, aseguran que en toda competencia se puede ganar, pero también perder.
Algunos, los que la oposición y hacedores de candidaturas independientes esperan con verdadera desesperación poder cobijar, dejan entrever que no habrá ningún problema siempre y cuando eso del “piso parejo” se respete, además de plantear que ya han encontrado “ciertos aspectos” que les “preocupan” en ese sentido.
Alguien me comentaba que en la redacción de un canal de televisión, los cinco que permanentemente estaban en la misma a la hora más intensa, todos tenían cargo de subdirectores, lo que de un modo u otro les daba la categoría para llevar por buen rumbo el área que les correspondía.
Sin embargo una mañana los cinco subdirectores se encontraron a la misma hora, sin tropa qué mandar. Uno de ellos, mujer, necesitaba unas copias. Salió de su oficina, miró para todos lados y exclamó: “¿uta madre, aquí puro capitán y ningún chingao marinero!”.
Empieza a suceder lo mismo en la nominación tricolor de su candidato. La marquesina está tan saturada de estrellas, que difícilmente alguno, o alguna de los que aparecen con grandes letras, permitirá que le coloquen en papel de coestelar. “Puro capitán y capitanas, y ningún marinero”.
De tal modo que la tarea que tiene a sus espaldas el virtual nuevo dirigente del Revolucionario Institucional en el estado, Alberto Meléndez Apodaca, está en sánscrito (para no decir en chino por las interpretaciones).
Resulta tanto como haber convencido, en sus épocas, a Marlon Brando, de que no sería quien encarnaría a Don Vito Corleone en “El Padrino”, y que le tendría que ceder su lugar a James Caan.
Es decir que no es solo asunto de que llame a cada uno y le diga, “era tuya, la tuviste en tus manos, la acariciaste, y la perdiste. Ya será para la otra, pero muchas gracias por participar”.
O en el peor de los casos, y ya que entrados en estos asuntos faranduleros, que cite al o a la que no será y le diga: “la candidatura ya es tuya prácticamente”, y en ese ánimo jocoso le pregunte, “¿pero cuéntanos Margarito, qué es lo que vas a hacer de llevar los colores patrios en la campaña?”. Y entonces el Margarito, o Margarita contestaría: “antes que nada quiero dedicar esta victoria a mi abuelita que siempre confió en mi, a todos mis amigos de la colonia, a mis jefecitos…”. Y sigue el asunto: “Margarito, ¡ya eres nuestro candidato! Pero por puro trámite te pido identifiques la siguiente melodía de todo mundo conocida”.
A continuación se escucha música interpretada con un nadasuaram y un tavil. Música de la India que en su casa la conocen. Margarito suda, llora, pide que le pongan otro fragmento, hasta que llega la respuesta, “¡Lástima Margarito, lástima! ¡Chicas, llévenlo al baile!”.
Margarito se retira y baila.
Pero no, el asunto ya en serio no será cosa de ver que los suspirantes que recibieron el no, salgan tan campantes.
Lo que viene, lo que ya sucede, no es asunto de risa, aunque un poco de humor no está de más.
Mil gracias, hasta mañana.
twitter: @JavierEPeralta
CITA:
Empieza a suceder lo mismo en la nominación tricolor de su candidato. La marquesina está tan saturada de estrellas, que difícilmente alguno, o alguna de los que aparecen con grandes letras, permitirá que le coloquen en papel de coestelar. “Puro capitán y capitanas, y ningún marinero”.
