* Cuestión de ideología
A partir de la definición más simple de lo que es ideología, bajo un sistema real que aspira a un sistema ideal, cada uno de los hombres y mujeres que hoy mismo aspiran a gobernar del estado de Hidalgo, será necesario indagar con prudencia y paciencia, en esa base de ideas que tienen y que pretenden llevar a la práctica de llegar a la primera magistratura estatal.
Cincelada por los elementos cotidianos de la vida, la ideología presume una actitud ante lo político, lo económico y lo social, siempre con una búsqueda de llevar a la práctica lo que a su juicio puede desembocar en la construcción de una mejor forma de vivir para todos.
No hay pues persona que, lo sepa o no, carezca de una idea de lo que puede ser el ejercicio del poder para arribar a mejores puertos.
Sin embargo no es una simple idea, sino todo un conjunto de las mismas que da como resultado una representación del sistema, que por supuesto pretenderán modificar, más en estos tiempos en que pugnar por conservar todo como está, simplemente resulta hasta absurdo.
Se trata pues de un análisis más de fondo que de forma, aún cuando este segundo elemento por momentos puede inclinar la balanza en la decisión definitiva y última, sin importar que a al postre los resultados sean lamentables. Ganar para un partido político es vital, no en pocas ocasiones sin evaluar lo que se logra para el bienestar común.
Transitar por la senda que hoy está tan en boga en los partidos de oposición, que sin importar las ideas que les dan origen, la ideología, deciden aglutinarse en un objetivo único y común, que es quitar del poder al que consideran enemigo a vencer, ha traído verdaderas calamidades a un país como el nuestro.
No hay ideología donde hay tantas ideologías unidas sin objetivos claros para la transformación de la realidad.
Por eso, en estos momentos previos a que cada instituto político decida el nombre de su candidato, hombre o mujer, resulta de vital importancia detener el paso y cuando menos tratar de entender el resorte que impulsa a los que hacen campaña por candidaturas, siempre con la idea de que todos creeremos que no la hacen.
Hay una prisa indudable por apurar la decisión.
Y por muchas razones la decisión no puede ir de la mano del nulo análisis, y solo como fruto de los equilibrios en las esferas del poder.
Hemos entendido y aceptado prácticamente desde la fundación del estado de Hidalgo, que el alumbramiento de quien lleve la bandera y sello de elegido o elegida, responde por sobre todas las cosas a un permitir que la idea general de lo que deben ser las cosas no se modifique en términos concretos. Es decir, sí existe una ideología, pero el segundo paso que es el programa de acción, generalmente se ha quedado en a la deriva.
Son otras las circunstancias que habrán de rodear este nuevo alumbramiento, y no solo es el caso del Revolucionario Institucional, sino de todos los institutos políticos, en que por muchas razones deberán dar vida a un plan de acción concreto para anticiparse al futuro.
Cada ideología parte de la misma vida del individuo, se nutre de sus creencias, de la experiencia, mala o buena, que le ha tocado en el terreno político. No hay separación del hombre político del hombre que vive una vida simple.
Y sin embargo sí existe el proceso de transfiguración que se presenta cuando no existía, previamente, ningún ejercicio claro por comprender lo que desea transformar.
Pareciera un juego de palabras, pero hoy más que nunca será necesario observar si él o la que pretende llegar a gobernar el estado, posee una ideología firme, y sobre todo un plan de acción que le permita hacer realidad lo que hoy es una ilusión, un sueño, que siempre va ligado al terreno de las ideas.
Cuestión de esperar.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
twitter: @JavierEPeralta
CITA:
Hemos entendido y aceptado prácticamente desde la fundación del estado de Hidalgo, que el alumbramiento de quien lleve la bandera y sello de elegido o elegida, responde por sobre todas las cosas a un permitir que la idea general de lo que deben ser las cosas no se modifique en términos concretos. Es decir, sí existe una ideología, pero el segundo paso que es el programa de acción, generalmente se ha quedado en a la deriva.
