Campañas: no al circo, sí a recuperar el valor real de la política
Del 3 de abril al 1 de junio del presente año se realizarán las campañas de proselitismo, a través de las cuales, se espera, el electorado podrá definir con claridad su voto para los comicios del 5 de junio en que habrá de elegirse a quien llegará a ser titular del Poder Ejecutivo, la gubernatura, en Hidalgo. Será un periodo fundamental en que cada uno de los ciudadanos hidalguenses en edad de sufragar, evaluará a Carolina Viggiano, de la Alianza PRI-PAN-PRD; Julio Menchaca, de Morena, Nueva Alianza y PT; y a Francisco Xavier, de Movimiento Ciudadano.
Por todo lo anterior es fundamental analizar desde estos momentos qué tipo de campaña podría preferir el potencial electorado, que en un momento determinado lo llevará a votar por quien dé en el clavo, de ajustar cada uno de sus eventos a la expectativa que hoy se ha generado en uno de los momentos político más raros y difíciles de entender en el país.
Sin embargo, es preciso insistir como muchas veces ya lo hemos hecho en otras elecciones, el México que vivimos en estos precisos momentos, urge ya no tanto de propuestas, de legendarios proyectos que aseguren un proceso de transfiguración en todos los terrenos para Hidalgo, un “la historia empieza conmigo y el futuro es nuestro por lo tanto”.
No. Lo urgente es dejar bien en claro ante el ciudadano la forma, los mecanismos prácticos que se pondrán en marcha para hacer realidad la creación de empleos, la instalación por lo tanto de más empresas, el mejoramiento sustancial de la seguridad, la justicia histórica a la que siempre nuestro Estado ha aspirado, ante una federación que solo ha visto a la entidad como tierra de saqueo y en la cola de obras estratégicas.
Porque, seamos claros, Hidalgo pese a su localización estratégica en la geografía nacional, pese a su conexión con los principales puertos, al que ahora se agrega el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, no ha recibido a cambio de dar plata y aguas limpias a la zona metropolitana del país, más que contaminación y desprecio.
Más allá de quien ejerza el poder presidencial, la cruda realidad es que sean priístas, panistas o morenistas, nuestra realidad no ha cambiado como siempre hemos esperado, y ver al territorio hidalguense convertirse en un lugar de pujanza económica y tecnológica, no se diga de distribución de todos los productos habidos y por haber.
Tendrá que ser en estos aspectos el mensaje de los tres candidatos, dos para ser más sinceros y exactos, Viggiano y Menchaca, en los que se exponga a detalle el camino que se habrá de seguir para empujar de una vez por todas el desarrollo económico al que con justo derecho aspiran los hidalguenses.
Hoy logros sin duda que hoy se pueden observar en regiones como Sahagún, donde poco a poco se recupera su vocación en el ramo automotriz, pero sin duda debe haber más, mucho más.
Porque la sola tentación de hacer del periodo de campañas electorales un circo, en que todos se acusen unos a otros con los peores adjetivos que solo convocan a que el circo se multiplique, sin mostrar con claridad la ruta crítica para que se haga realidad la justicia de progreso económico y social al que todos los hidalguenses tienen derecho, sería adelantar un fracaso absoluto de cada uno de los protagonistas.
Viggiano y Menchaca están en igualdad de posibilidades para impulsar una agenda de campaña que hable con claridad, con certeza del camino a seguir, y hacer caso omiso a los que convocarán a un encuentro casi pugilístico que no servirá absolutamente para nadie, como no sea al que impulse ese estilo.
Tiempo para reflexionar, y entender que, hoy más que nunca, es importante recuperar la seriedad y profesionalismo del ejercicio político.
Mil gracias, hasta mañana.
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@JavierEPeralta