Regresar a clases
Hoy miles de niños en todo el país regresarán a clases. Será “contra viento y marea”, tal cual lo dijo el Presidente de la República, y entre un mar de análisis que parece haber caído en el maniqueísmo del primer mandatario de la nación, no solo no podemos, sino que no debemos asumir la idea de que esta acción, o todo es bueno, o todo malo.
Sí, no son pocos los que se adelantarán a preguntar dónde se puede encontrar lo bueno en una acción que, se quiera o no, colocará en un riesgo inminente de contagio no solo a los pequeños, sino a sus familias por exponerlo a un contagio de resultar que los niños son asintomáticos.
Sin embargo el urgente proceso de reactivar que necesita no solo la economía del país, sino de la vida misma, hace necesario un proceso gradual de reincorporación de todos a los quehaceres cotidianos.
El Covid-19 y todas sus variantes llegó para quedarse, y de eso no hay duda. Tendrán que pasar muchos años para que alguna autoridad responsable salga a decir de manera pública que los tiempos de la enfermedad han llegado a su fin definitivo.
Por supuesto que el encierro podría seguir por tiempo indefinido, pero nadie podría asegurar que esta acción adelantaría la conclusión definitiva de la enfermedad.
Lo que se pondrá a prueba el día de hoy es la actitud, la capacidad que hemos logrado para ser empáticos con nuestros semejantes, más si hablamos de que estos semejantes son nuestros hijos, nietos o sobrinos.
Todo aquello que hayamos enseñado a los niños para que se cuiden, quedará de manifiesto en lo que observemos en el actuar de los pequeños.
Igual que la violencia que no pocos pequeños viven en sus hogares, que se traduce en constantes agresiones a sus compañeros de aulas, que asuman el auto cuidado a broma, será fiel reflejo de lo que ven en sus hogares.
El camino no es nada fácil y lo sabemos. Porque en un país donde los índices de vacunación aún no son los que aseguren la existencia de una barrera en todos los frentes, el riesgo existe.
A lo anterior, a estas alturas la sospecha acerca de toda acción emanada del gobierno federal es constante y no es gratuita.
El abuso en el manejo de “la verdad” que puede y no puede ser de acuerdo al humor o conveniencia del hombre en el poder, ha desembocado en un un limbo informativo, donde el destino puede ser el cielo o el infierno, según cuantifique un juez que decide a partir de suposiciones o buen o mal humor.
Como quiera hoy los niños regresan a la escuela, no todos por supuesto. Por el bien del país, que sea para bien de todos.
MINUTARIO.- ¿No le parece a usted, lector, lectora, que la eventual reapertura de la normal de El Mexe, debiera decidirse a partir de una consulta pública y profundos análisis de lo que en términos reales puede traer para bien de la educación en Hidalgo? Las acciones ordenada por la familia Azpeitia hacen evidente que al revolucionario trasnochado de morral y manifiesto del Partido Comunista bajo el brazo, que es el alcalde de San Salvador, le urge que le entreguen en posesión y casi casi escriturado, el inmueble y terrenos de la Normal. Lo que pretende hacer con la misma, parece obvio y la prueba acaba de darla. Además quien hace uso de consignas de la prehistoria siempre genera un tufo de sospecha e incredulidad.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta