
Lodazal desatado
Hoy concluye la primera mitad del año. En todo se perdió la cuenta clara de nuestra existencia, con sorpresas tan evidentes que no atinamos a encontrar rastros que nos digan lo que ocurrió de enero hasta este mes que ya se despide. Perdimos de alguna manera el ritmo normal con que caminamos por la existencia, y de repente vemos que está por asomarse septiembre, y con él la parte final de un 2021 tan similar al 2020 por su existencia a medias.
Eso pasa en la vida real, pero no en la política. En ésta las fechas han caminado con o sin pandemia, con o sin vacunas, con o sin un proyecto bien definido de lo que se ofrecerá al potencial elector. Incluso la actividad ha sido tan desenfrenada, que apenas en el cierre del primer semestre, ya existe una carrera abierta por la candidatura a la primera magistratura de Hidalgo, lo mismo en el PRI, Morena, Acción Nacional y partidos morralla que hoy como nunca saben que pueden inclinar la balanza a la hora buena.
Presente por supuesto la guerra sucia, esa que agrede a posibles aspirantes sin dar la cara y en ocasiones, con la falsificación de medios informativos como el que usted tiene en las manos.
Hay una gran diferencia entre el que escribe y firma con su nombre un espacio de opinión, y quien crea un perfil falso en cualquiera de las “benditas” redes sociales y se hace pasar por un acérrimo crítico de un sistema, una propuesta de nuevo sistema o lo que usted mande y diga. El que gusta del anonimato para dirigir furibundos ataques al político de la elección de quien lo patrocina, es simplemente un peón en el tablero que hoy mismo registra movimientos en una guerra sin cuartel.
Difícil negar que hoy en día los medios informativos impresos viven la peor de sus crisis, porque son caros de producir, porque leer, lo que se dice leer, no es una constante entre la población mayoritaria del país. Los que acostumbran desayunar con el periódico de su predilección ya cruzaron la frontera de los 60, y por lo mismo cada vez son menos.
Lo que impacta de manera constante es la imagen, el video, las transmisiones en vivo que aunque carentes de todo contexto para entenderlas, siempre serán preferidas por encima del trabajo reporteril escrito.
Y sin embargo, aún entre esos gigantescos sectores que optan regularmente por la lectura de encabezados que adornan una fotografía, existen buenos lectores, que con todo y que han abandonado casi totalmente los impresos, gustan de realizar inmersiones en trabajos amplios informativos y de opinión.
Ellos salvarán en muchos sentidos la raíz y razón del periodismo, y garantizan también que los informadores hechizos, que se consideran como tal por inventarse de la noche a la mañana en un espacio de internet, a los que se suman los que de plano suplantan medios serios para cumplir la encomienda de difamar, desprestigiar y agredir sin bases al que su patrón les ordena, no sean al final de cuentas los que entierren el trabajo periodístico real.
En tanto la pre-pre-pre-selección de candidatos y candidatas a la gubernatura del Estado sigue su paso, conscientes de que las hojas del calendario han caído, y que hoy como nunca hay que madrugar al adversario, coparlo, cercarlo, ahogarlo en un mar de difamaciones y comentarios maledicentes.
Eso vivimos ya desde estos momentos.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta