Mismo infierno, diferente diablo
Larga semana y larguísimo fin de semana el que espera a todos los mexicanos ante las elecciones más decisivas para el futuro del país, al tener que definirse en el terreno de las realidades si las acciones emprendidas por el gobierno de la 4T merecen la aprobación multitudinaria de los ciudadanos, que de ser así le entregarán mayoría absoluta al Presidente López Obrador para que modifique o de plano declare cosa del pasado neoliberal y conservador la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y dé paso a una nueva Constitución Moral y Ética de los Estados Unidos Mexicanos, donde podríamos leer en un nuevo y fundamental artículo que por sobre todas las leyes habidas y por haber siempre estará la voz del pueblo bueno y generoso.
Lo contrario, que en cerradísima competencia pierda la mayoría de la Cámara de Diputados, implicará que los mexicanos decidieron mantener su apoyo el Jefe de la Nación pero no a su partido, y mucho menos a los inventos que en los pasados comicios se colaron a puestos de elección popular por imposición de caciques regionales, que previamente habían negociado con los asesores del entonces candidato presidencial.
Pero más allá de cualquier interpretación, un hecho rotundo es que hemos aprendido bien la lección en la que destacan personajes que parecían cuerdos, pero que enloquecieron al recibir en bandeja de plata todo, absolutamente todo el poder sin freno de ningún tipo.
Y sin duda lo que hoy hace falta es un freno real al Poder Presidencial. Pero un freno, no trampas que a toda costa busquen descarrilar un sexenio de por sí atorado en sus propios traspiés, provocados por un personaje que no permite cuestionamientos y que ya está acostumbrado a que nadie tenga la osadía de cuestionar sus decisiones. El freno nunca vendrá de sus funcionarios que cada día se ven más y más espantados, apanicados ante la más mínima sospecha de que a lo mejor hicieron algo que ofendió al Supremo.
Semana plena de cierres de campaña, de montajes corrientes y vulgares de un líder nacional morenista que no hace sino evidenciar el nivel de sus congéneres. Cierres de campaña que han dejado ver que hay preocupación entre los que insisten van a arrasar, si no de plano difícilmente se entiende armen tinglados absurdos y de ínfima calidad.
El domingo 6 de junio México se juega su futuro.
Si los que salen a votar son los de siempre, es muy posible que la 4T se imponga y nos veamos obligados a ser testigos del nacimiento de una estirpe poderosa que no dejará el poder pasados por lo menos otros diez sexenios.
Le anoto: pueden votar, de acuerdo a datos del INE, 93 millones 935 mil 39 ciudadanos.
AMLO ganó la primera magistratura del país con 30 millones 113 mil 483 sufragios, sin duda la votación más copiosa que haya tenido un candidato presidencial; su más cercano seguidor, Ricardo Anaya, apenas si alcanzó 12 millones 610 mil 120 sufragios.
Sin embargo, le insistiría que 60 millones de mexicanos no habrían votado en esa ocasión, y a lo anterior hay que sumar el desgaste lógico y natural que genera cuando un líder popular llega al cargo anhelado y debe cuando menos intentar ejercer el poder sabiamente o de la peor manera.
Por lógica simple, si unos cuantos millones de esos 60 que no votaron acuden a las urnas, es evidente que el partido hoy en el poder y por ello partido oficial, verá disminuir sus posibilidades de generar en este caos un Congreso federal a su entera disposición.
Y por último, con todo y que la campaña de Morena ha insistido hasta la saciedad dejar la impresión de que AMLO va en la boleta electoral, y que el propio Presidente más que Presidenta parece un candidato en campaña a tambor batiente, el hecho es que la afición de buscar pelea en todas las “mañaneras” del Presidente ya empezó a cobrarle facturas, porque si bien la permite dirigir la agenda informativa del país, también lo exhibe constantemente como un hombre obnubilado por el poder y por momentos ajeno a la realidad.
Veremos. La trama está por llegar a su fin.
Mil gracias, hasta mañana.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta
