INE detiene a pandilleros
En un país como el nuestro, donde las amenazas y la violencia desplazan de la noche a la mañana a decenas de familias de sus casas en Jalisco y Michoacán, la resolución del Instituto Nacional Electoral de cancelar nuevamente el registro como candidato de Morena a gobernador de Guerrero a Félix Salgado Macedonio, representa un poco de aire fresco en medio de un clima enrarecido por verdaderos pandilleros envalentonados porque su líder máximo solapa sus actitudes.
El personaje de marras de ninguna manera puede ni debe ser aspirante a la primera magistratura guerrerense, porque no solo pesan sobre su trayectoria acusaciones de varias mujeres por presuntos abusos, si no lo que parece una confirmación de un actuar ligado a la gandallería y la violencia con sus amenazas a los consejeros del INE, y que por desgracia no merecieron una actitud decidida del Presidente de la República, quien debió pararlo en seco y exigir su inmediata detención.
México está inmerso en una espiral de violencia que difícilmente habrá de disminuir cuando se presenta incluso en calidad de mártir de la democracia a un energúmeno como Salgado Macedonio, quien en plena plaza pública convoca a linchar a quienes no lo dejan, según él, ser candidato, cuando ya se siente gobernador porque su mecenas y amigo lo solapa abiertamente.
¿Es tanta la obsesión por el poder absoluto de las autoridades federales, que pretenden imponer contra viento y marea a un sujeto como el señalado, con tal de tener un voto más a favor de las reformas constitucionales que se le ocurran?
Igual que usted seguramente, estaba cierto que Andrés Manuel López Obrador representaba una opción de cambio real en la nación, porque creía en su profunda sensibilidad para entender el sufrimiento de un país, aplastado por la corrupción y el cinismo.
El arribo del Covid-19, el manejo plagado de ineptitud, ignorancia, descaro y burla, hoy mismo nos presenta un saldo terrible. Saldo que no es ajeno a prácticamente a nadie de los mexicanos, porque conocen, veían de cerca a quienes no tuvieron oportunidad alguna de salvación, ante un gobierno presidencial que solo tiene interés para la imposición de siniestros personajes como candidatos que le aseguren reformas constitucionales al por mayor sin complicaciones.
Los enfermos, los difuntos, la verdad nunca le interesaron.
Por eso qué bueno, qué bien la actitud del INE.
No se pone una barrera a un futuro salvador del Estado de Guerrero, sino a un pandillero, un rijoso que es seguido por un grupúsculo que en definitiva no representa a los guerrerenses ni a nadie.
Los muertos, los enfermos del Covid-19 importan poco, nunca le han importada quien a toda costa quiere mirarse en décadas como el artífice de una revolución absurda.
Mil gracias, hasta mañana.
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@JavierEPeralta
