RETRATOS HABLADOS

PRI, a tiempo de parar el choque de trenes

Fue la ambición desmedida de algunos de sus integrantes la que echó de la Presidencia de la República al Revolucionario Institucional, y es muy posible que por esa misma razón dé paso al primer gobierno de alternancia en el Estado de Hidalgo si no frenan a tiempo los trenes que se asoman a la estación y van sobre la misma vía rumbo al encontronazo. 

Como nunca la buena política y los resabios que aún queden de disciplina y lealtad al instituto político que todo les dio, podría llevar a un acuerdo que si bien no puede echar atrás el agandalle de candidaturas a diputados federales por la vía plurinominal, si podría poner en claro que las pugnas internas acabarán por hacerle perder, al PRI, la gubernatura de la entidad.

En medio de una apuesta del todo por el todo por parte del Presidente de la República para hacer ganar a como dé lugar al que aún es su partido, Morena, y de este modo conservar el control absoluto del Congreso federal, la cúpulas priísta en el país parece que ha decidido abrir camino para sus muy particulares intereses, no de su militancia.

Nadie puede decirse sorprendido por lo que se ha observado, porque en la lucha por el poder más importante en un Estado que es la oficina de Cuarto Piso en la Plaza Juárez, han hecho cálculos y están seguros que pueden hundir al bando contrario si logran agenciar a su proyecto a cuadros vetustos y sin peso específico para estos momentos, pero que se acostumbraron a recibir en pago por quién sabe qué razón, desde secretarías, diputaciones o alcaldías para sus allegados. Hoy indignados porque los favores recibidos desaparecieron, serán los primeros en unirse a uno de los bandos que desde ya disputa la candidatura para suceder a Omar Fayad Meneses.

Sin embargo el momento que vive el país rebasa, y con mucho, a los proyectos de tipo personal, porque tal vez se trate de la última oportunidad para regular el poder presidencial y hacerlo entrar en razón antes que la espiral de megalomanía desemboque en lo que nadie desea pero es viable: un régimen militar.

Ningún hombre de poder conserva el equilibrio mental si no hay por lo menos un análisis serio a sus iniciativas de ley, o reformas, y en caso extremo un freno real alejado de los fanatismos que siempre propicia el líder popular y seductor de audiencias.

Es sano que un Presidente, un Gobernador, no acabe convertido en una especie de Rey o Emperador, y eso solo es posible a través de representantes populares que no sean parte de sus corifeos. El poder casi de manera inmediata genera la construcción de una burbuja en la que el poderoso acaba encerrado por un grupo selecto de allegados, que lejos de conectarlo con el pueblo que gobierna, lo hacen ajeno y extraño.

La elección de diputados federales está íntimamente ligada a la posibilidad de impedir que un Presidente como López Obrador, termine incapacitado para escuchar a otros que no sean los que le aplauden todo y en un caso extremo ni a éstos, y solo a él mismo.

Disputas adelantadas por el cargo político más importante en territorio hidalguense, solo abrirán de nueva cuenta las compuertas para que resurja la ola AMLO, que llevó a una camada de diputados y diputadas anodinos a la sede de San Lázaro, incapaces de cuestionar cualquier error, incluso cuando en las iniciativas que les llegan escriben textos con garrafales errores ortográficos.

Eso, el futuro del país, es lo que estará en juego para el mes de junio. Y que se entienda, el objetivo no es llevar legisladores al Congreso federal para que revienten cuanta iniciativa presidencial llegue, sino provocar un análisis serio sobre las mismas, que evalúe y tome decisiones serias y equilibradas, que para eso elegimos nuestros representantes populares… para que nos representen.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajurez.mx

@JavierEPeralta

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