Ideología, ¿y eso con qué se come?
Para el 2021 no habrá candidatos de partidos políticos sino de alianzas. No habrá ideología que impulse proyectos legislativos sino alianzas, o lo que es igual el producto de lo que pueda salir de la revoltura del PRI,PAN y PRD. Del lado de Morena todavía peor, porque a falta de una verdadera plataforma de ideas, buscarán a toda costa circunscribir sus propuestas, si es que las tienen, a presentar como Tablas de la Ley, las ideas siempre ocurrentes del Jefe de la Nación. Anuncian sin embargo alianzas con el PANAL y el PT.
Hace mucho, sin embargo, que las ideologías dejaron de tener interés en todos los institutos políticos que hay en México, no se diga en el Estado de Hidalgo. El pragmatismo a ultranza terminó por hacer polvo los polos de pensamiento antes tan divertidos por lo menos, y nos referimos a la izquierda y la derecha. Estar en el centro en esos momentos era ser presa de la furibunda crítica de los que consideraban que sólo el proletariado en el poder rendiría frutos justos; igual que de los señalamientos de quienes formaban parte del núcleo “fifí”, y que cuando menos veían con ojos de sospecha a los que osaban no odiar a esos que pedían la cabeza de los catrines.
¿Dejó algo positivo esa eterna lucha de clases?
Probablemente no, pero avalar que tantos sueños terminaron por ser nada, es decir políticos que dejaron de disimular la náusea por ir de la mano lo mismo con un pudiente de diamante en la nariz, que con el obrero y campesino, lo mismo que con el dos caras que eternamente ha querido quedar bien con los dos, es tanto como asegurar que el pasado sirvió para maldita la cosa.
En el 2021, sin embargo, veremos ese raro fenómeno de los que se juntan unos para intentar eternizarse en el poder, y otros para quitarlos a como dé lugar, porque está claro que en esta historia de nunca acabar unos sí tienen la razón y otros están equivocados.
Parece como los que en un callejón oscuro deciden juntarse para tundir al pandillero abusador, pero que consumada la acción y con la luz de un foco de luz led, de pronto se reconocen, y lejos de buscar alumbrar ese lugar sin alumbrado de la colonia para que nunca más se presente un asalto, nada más de reconocerse uno a otro acaban liándose a golpes porque simple y sencillamente el agua no se puede mezclar con el aceite.
Pero conveniencia es conveniencia y poder es poder, así que cuando menos unos meses veremos amorosos a los morenistas con los del partido de la profesora Elba Esther, igual que con los petistas, así como el trío desnaturalizado que conformarán priístas con panistas y perredistas.
Por el bien del país el Congreso no puede ni debe estar en manos del partido presidencial, porque un Presidente sin ningún freno, acaba por desbocarse, y con él toda la nación.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
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@JavierEPeralta