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RETRATOS HABLADOS

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Grupo Universidad: Tulancingo, el último intento por recuperar lo perdido

Impuesto por su hermano y líder del Grupo Universidad, hoy preso en el penal de El Altiplano por su presunta responsabilidad en los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y lavado de dinero, Damián Sosa Castelán fue postulado como candidato de Morena a la alcaldía de Tulancingo. Sin una militancia real al interior del partido del Presidente López Obrador, pasó por encima de cualquier aspirante legítimamente morenista, en un manejo antidemocrático que es práctica común en ese instituto político.

Hoy declarado perdedor luego que resultados preliminares le habían dado una aparente victoria, el hermano del hombre que ha manejado de manera Discrecionales los recursos materiales y humanos de la UAEH desde más de 35 años, recibió el apoyo de sus compañeros de grupo que fungen como diputados locales a través de Morena, también impuestos de manera antidemocrática en contra de la militancia, quienes aseguraron que “Hidalgo merece vivir en la democracia”.

Perfilado como sucesor provisional del inquilino de Almoloya de Juárez, porque siempre han dado por hecho que dejará el penal para el mes de diciembre, Damián planteó desde su campaña que ya como edil en funciones sería una relación complicada con el gobernador de Hidalgo, a quien insisten en señalar como responsable de que su hermano se encuentre tras las rejas, con todo y que la aprehensión fue realizada por la Fiscalía General de la República, y con una orden de las autoridades federales.

Su caso, el de Damián, es de prioridad para el grupo político al que pertenece, porque es el único que a juicio de su consanguíneo, reúne las características para mantener a flote toda la estructura de poder que amasó su hermano, luego que Agustín, de mismos apellidos, simplemente no dio el nivel para esa tarea.

Siempre sustentado en un plan a muchos años, el hombre que aún dirige de principio a fin las acciones del Grupo al que dio origen, y mueve a control remoto cada una de las fichas que mantienen su presencia en toda la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, fijó como punto de arranque para su sucesor provisional, que éste llegara a la presidencia municipal de Tulancingo, la segunda ciudad más importante de la entidad.

Cosas del destino, en esta lucha que calificó como vital para sus objetivos, el aspirante que tuvo enfrente fue justamente a un ex integrante del Grupo, y quien fungió como Secretario General de la UAEH, cuando G.S.C., fue rector, Jorge Márquez Alvarado.

Fue justamente ayer cuando el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo, dio por vencedor a Márquez Alvarado, a quien entregó su constancia de mayoría, y sin precisar quién o quiénes amenazaron de muerte a consejeros que realizaban el recuento, al grado que tuvieron que ser cambiados. Por muchas razones se antoja que solo el que veía perdida la partida habría recurrido a esas acciones, no muy ajenas del Grupo Universidad.

En síntesis, se antoja que por ninguna circunstancia los Sosa Castelán dejarán ir tan fácilmente la presidencia municipal que consideraban suya, pero fundamentalmente piedra angular para hacer renacer el complejo político que han manejado desde hace 35 años.

Difícilmente la militancia real de Morena estará al lado del hoy perdido candidato, porque ni ha sido militante de izquierda y tampoco del partido de AMLO.

Asunto diferente es el del doctor Pablo Vargas González, a quien avala toda una vida de trabajo a favor de las causas de los sectores marginados de la entidad, y quien pese a los exabruptos en que se ha visto metido, lo sostiene una vida completa dedicada al combate de caciques políticos en todas sus vertientes, y para ejemplo baste señalar que nunca claudicó ante el eterno dueño de la UAEH.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta